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El misterio da Israel
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Preparación del ralno de Dios
El propósito inmediato hasta ahora en la historia de la
humanidad es preparar el futuro REINO DE DIOS que RESTAU–
RARÁ
EL GOBIERNO DMNO EN TODA
LA TIERRA.
El reino de Dios es la familia engendrada por Dios y nacida
de Él, que se hará manifiesta por medio de una resurrección y
transformación instantánea a la venida de Cristo. Al hablar de
hijos engendrados y nacidos
de
Dios, ciertamente no nos refe–
rimos a los engañados por la doctrina tan popular según la cual
toda persona que "profese recibir a Cristo" es "nacida de nuevo"
en esta vida. Ese es un GRANDÍSIMO ENGAÑO con el cual Satanás
ha EMBAUCADO a muchos dentro de la llamada "cristiandad",
haciéndoles aceptar una conversión falsa. Estas personas, por
bien intencionadas que sean, ¡están ENGAÑADAS! Naturalmente,
una persona engañada no sabe que lo está, y ¡puede estar
obrando con gran sinceridad!
Ahora reflexionemos. ¿Qué papel desempeñó la antigua
nación de Israel dentro de
la
preparación del reino de Dios?
El goblemo en el reino de Dios
En primer lugar, Abraham fue un hombre de capacidades
excepcionales. Resucitado en el reino de Dios, seguramente
estará con sus hijos Isaac e Israel en un puesto de mando bajo
Cristo mismo. El reino de Dios será un reino espiritual que
incluirá Estado e Iglesia. Aquellos patriarcas probablemente
ejercerán autoridad directamente bajo Cristo sobre
la
Iglesia
y el Estado.
Moisés, a quien Dios levantó como jefe de Israel y su
legislador (aunque el verdadero legislador es Dios el Padre),
muy probablemente estará bajo el grupo formado por Abra–
ham, Isaac y Jacob encabezando los gobiernos nacionales del
mundo en el milenio. Josué, sucesor de Moisés, probable–
mente será su ayudante en el cargo sobre los gobiernos
nacionales del mundo.
¿Y
la
nación de Israel en general?
No obstante su herencia favorable, Israel
se mostró total–
mente inapta.
Cuando Dios le propuso que fuera su nación,
respondió: "Todo lo que el Eterno ha dicho, haremos" (Éxodo
19:8). Pero quebrantó su promesa y se rebeló.