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El misterio de los siglos
plutocracia. No será el gobierno del hombre sobre el hombre,
pues la humanidad ha demostrado su total incapacidad para
gobernarse a sí misma.
Será un gobierno divino: una teocracia, el gobierno de
Dios sobre los hombres. No será un gobierno de abajo hacia
arriba. El pueblo no tendrá voto. No será un gobierno del
pueblo ni por el pueblo ... pero sí será un gobierno para el
pueblo. Será un gobierno desde arriba (Dios todopoderoso)
hacia abajo. Será de forma jerárquica.
No habrá campañas electorales. No habrá banquetes
pare reunir fondos para los candidatos. No habrá campañas
políticas sucias en que cada candidato procura quedar bien
ante el público difamando, denunciando
y
desacreditando al
contrincante. No se perderá tiempo en campañas para enlo–
dar al adversario a fin de alcanzar el poder.
Ningún ser humano tendrá cargos en el gobierno. Todos
los que sirvan en el gobierno serán seres espirituales divinos,
miembros del reino de Dios: de la familia de Dios.
Todos los funcionarios serán nombrados por Cristo,
quien ve
y
conoce el corazón de los hombres, su carácter
interior
y
su capacidad o falta de la misma. Isaías 11:2-5
nos muestra la profunda percepción sobrenatural que tiene
Cristo del carácter de los hombres: "Y reposará sobre él
el Espíritu del Eterno; espíritu de sabiduría
y
de inteligen–
cia, espíritu de consejo
y
de poder, espíritu de conocimiento
y
de temor del Eterno. Y le hará entender diligente en el
temor del Eterno. No juzgará según la vista de sus ojos, ni
argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con
justicia a los pobres,
y
argüirá con equidad por los mansos
de la tierra;
y
herirá la tierra con la vara de su boca,
y
con
el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justi–
cia cinto de sus lomos,
y
la fidelidad ceñidor de su cintu-
ra".
Recordemos que Dios, el Ser supremo, es amor. Él da
y
gobierna con interés generoso por los gobernados. Regirá
buscando el máximo bien para el pueblo. Los más capaces, los
más justos, los
más
aptos para los cargos serán nombrados en
todos los puestos de responsabilidad
y
poder.
En la tierra habrá dos clases de seres: los humanos,
gobernados por quienes se habrán convertido en divinos.