Página 41 - Spanish

Versión de HTML Básico

Cap~ulo
IV
UN PACTO ESPECIAL
Y ETERNO
35
Tos
HOMBRES REBELDES
buscan todos los argu–
umentos del razonamiento humano para justifi–
car el no tener en cuenta aquello que Dios nos
manda
RECORDAR.
Por ello, muchos han recurrido al argumento,
carente de autoridad bíblica, de que los 10 mandamien–
tos fueron abolidos en la cruz. Empero, nunca se
detienen a pensar que si no hay ley, entonces no hay
trasgresión, como dice claramente Pablo en Romanos
4:15, y así nadie ha pecado desde la crucifixión. Por lo
tanto, ¡no necesitamos un Salvador!
Sin embargo, aunque fuera cierto este argumento perver–
so e ilusorio, si Dios, habiendo abolido sus 10 mandamientos
en la cruz, hubiese impuesto otra vez nueve de ellos en el
Nuevo Testamento, para eliminar el sábado, como enseñan
muchos, aun así
¡no tendrían excusa!
Lo cierto es que Dios hizo del sábado un
PACTO SEPARADO
y
válido para siempre.
Recordemos que
Dios no agregó nada a la ley de los 10
mandamientos
(Deuteronomio 5:22). Ninguna otra ley o
pacto posterior forma parte de la misma, sino que constituye
una ley aparte. Esto lo dice claramente Pablo: "Un pacto,
aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni