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Un pacto especial
y
eterno
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"Perpetuo" significa continuo e ininterrumpido. Mas,
¿había de durar PARA SIEMPRE? Leamos el versículo siguiente:
"Señal es PARA SIEMPRE entre mí y los hijos de Israel".
Ahora bien, ¿cuál es la condición? ¡Santificar el sábado!
"Porque SANTO es a vosotros", dice Dios en el versículo 14.
Y,
¿cuál es la RECOMPENSA PROMETIDA por cumplir esta condición?
No se trata sólo de una SEÑAL sino de un PACTO o convenio "entre
mí y vosotros", dice Dios, "para que sepáis que yo soy el Eterno
que os santifico".
Aquí lo tenemos. ¡Dios promete
santificarlos,
apartarlos
como su PUEBLO SANTO! ¿Se puede pedir una promesa mayor?
Sí, ¡es un pacto! Un pacto
separado
y totalmente distinto.
Aunque se intente argüir que el antiguo pacto fue "abolido" y
que por ende los 10 mandamientos también, no se puede
sostener que este convenio habría de durar sólo "hasta la
cruz". Este pacto estaría en vigencia "por vuestras generacio–
nes" (versículo 13), "por pacto perpetuo" (versículo 16), "para
siempre" (versículo 17).
¿Sólo para Israel?
"Sí", responde el rebelde que busca con argumentos
librarse de la necesidad de obedecer, "pero es un pacto entre
Dios y los hijos de
Israel.
Es para todas las generaciones de
Israel,
entre Dios y los
israelitas
para siempre".
¡Ciertamente!
Nadie puede negar que esto obliga al pueblo de Israel a
guardar el sábado para SIEMPRE y por todas las generaciones
suyas,
perpetuamente. Sus generaciones aún perduran, de
manera que esta obligación AÚN EXISTE PARA ELLOS HOY.
Pero por otra parte, debemos reconocer también que el
cristianismo y la salvación son para los judíos (israelitas) y
para los gentiles. El evangelio es el poder de Dios "para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego" (Romanos 1:16).
De manera que el judío puede ser un cristiano converso.
De hecho, al principio la Iglesia se componía casi totalmente
de judíos. Así, pues, el judío, aunque sea un cristiano en la
Iglesia de Dios, está
obligado
a guardar el sábado del Eterno
como un pacto perpetuo, a lo largo de todas sus generaciones,
¡para siempre!