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¿Cuál es el día de reposo cristiano?
ha decretado que éste, dotado de libre albedrío, jDEBE
ESCOGER! El no permite que el hombre decida qué es pecado,
pero
obliga
a cada uno a decidir
SI
va a pecar o no. Dios ha
dictado que el quebrantamiento del día sábado es PECADO.
¡Nosotros tenemos que decidir! ¡Y lo que sembramos, eso
también cosechamos!
Los hijos de Adán tomaron sus decisiones; Abel lo hizo
correctamente,
y
Cristo lo llamó justo. ¡Su recompensa está
asegurada! Caín tomó la decisión errónea
y
selló su propio
destino. Casi 2.000 años más tarde, hubo
tan
sólo un hombre
en la tierra que obedecía a Dios: Noé. Después, Sem
aparentemente escogió el camino de la obediencia a Dios, pero
después del diluvio todos los demás siguieron a Nimrod,
fundador de la civilización de este mundo.
La humanidad tomó su decisión: SE REBELÓ contra los
CAMINOS RECTOS de Dios. El hombre se mostró dispuesto a
seguir los engaños de Satanás
y
estableció costumbres
y
modos de adoración hostiles a Dios. Las generaciones
subsiguientes perdieron la noción de quién es el Dios
verdadero.
¿Por qué fue llamada la nación de Israel?
Cuando reinaba la situación que acabamos de describir:
un mundo secuestrado por Satanás
y
apartado de Dios, el
Eterno llamó a un pueblo despreciado, humillado, ESCLAVIZA–
DO. Estos descendientes de Abraham habían prestado aten–
ción a Dios
y
lo habían obedecido. Al parecer, la naturaleza
humana
y
la degradación del hombre son tales, que tan sólo la
opresión, la esclavitud
y
el sufrimiento lo humillan lo
suficiente para que, desprovisto de toda esperanza
y
sin nada
más a qué acudir, escuche
y
obedezca al Creador. ¡DIOs SE
PROPONÍA AHORA DAR ALAS DEMÁS NACIONES UNA OPORTUNIDAD
POR MEDIO DE ESTE PUEBLO ESCOGIDO, ISRAEL!
De ellos dijo Dios: "Este pueblo he creado para mí", es
decir, para ser su
instrumento,
para que las naciones gentiles
viesen los resultados deseados, las enormes bendiciones
y
la
PROSPERIDAD nacional que tendría Israel si OBEDECÍA. "Mis
alabanzas publicará", dijo Dios en lsaías 43:21.
Los israelitas, desde luego, eran humanos; tenían natura–
leza humana. Ni siquiera Israel, para quien Dios realizó