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La CRUCIFIXION
y
la RESURRECCION
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prueba esta verdad! Tal vez usted haya observado que las
Sagradas Escrituras dicen que el día posterior a la crucifi–
xión fue un Sábado. Por leer negligentemente la Palabra
de Dios, durante siglos, muchas personas ciegamente han
supuesto que la crucifixión tuvo lugar un viernes.
Ya hemos demostrado con los cuatro Evangelios que
al día de la crucifixión - o sea el miércoles - se le llamó
de "preparación" o "la víspera de la pascua". Era el día de
preparación para el Sábado. Pero, ¿para
qué
Sábado?
El Evangelio de Juan da una respuesta exacta: "Y era
la preparación de la pascua".
"Los judíos entonces, por cuanto era la Preparación, a
fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado
(porque
era grande aquel día de sábado)"-
Juan 19:14 y
31, Versión Moderna.
¿Qué es un gran día de Sábado? ¡Pregunte usted a
cualquier judío! Le dirá que es uno de los Días Santos
anuales, o día de fiesta. ¡Los israelitas observaban siete de
éstos todos los años - y a cada uno le llamaban
Sábado!
Los Sábados anuales caen en ciertas fechas del calendario,
en diferentes días de la semana y en diferentes años, así
como las fiestas romanas que se observan ahora. Estos
siete Sábados anuales pueden caer lunes, jueves, domingo,
etc.
Si usted estudia los textos siguientes, entenderá que a
todos estos días festivos se les llamaba Sábados: LeVitico
16:31; 23:15, 24, 26-32, 39_.
Observe usted lo que dice en Mateo 26:2: "Sabéis que
dentro de dos días se celebra
la pascua,
y el Hijo del
Hombre será entregado para ser crucificado". ¡Si lee usted
todo este capítulo, entenderá que
Cristo fue crucificado en
la Pascua!
¿Y qué era la Pascua? Era el día que conmemoraba el
rescate de Israel de Egipto y les ilustraba el sacrificio de
Cristo y la liberación del pecado. En el capítulo 12 de
Exodo usted hallará la relación de la Pascua original. El
pueblo de Israel sacrificó a los corderos y untó la
sangre
en
los postes de las puertas y en los dinteles de sus casas como
una señal y dondequiera que así fue aplicada la sangre, el
ángel de la muerte pasó por alto aquella casa, salvándola