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La llave maestra de la profecía
A.c.
(11 Reyes 17:18, 23-24). Años antes de que Daniel
escribiera su libro, la mayor parte de los asirios habían
emigrado de su país hacia el noroccidente, rumbo a Europa,
llevando consigo
a aquellos esclavos israelitas. ¿Hasta dónde
llegaron? ¿Dónde se asentaron finalmente? Esto no se sabía
entonces, y se hablaba de estos israelitas como las 10 tribus
perdidas.
Mas hoy sí lo sabemos. Hoy, tal como escribió Daniel
(12:4), la ciencia [el conocimiento] ha ido en aumento. El
paradero de las 10 tribus perdidas es uno de los antiguos
misterios que hoy ya está descifrado. Pero en tiempos de
Daniel ellas habían desaparecido, como si se las hubiera
tragado la tierra.
No para el Israel del Antiguo Testamento
La profecía de Daniel no fue, pues, un mensaje para el antiguo
reino de Israel.
Pensemos más.
Tampoco fue un mensaje para el antiguo reino de Judá.
Cuando Daniel escribió, los judíos ya eran esclavos en
Babilonia. Daniel era uno de los destacados príncipes de Judá,
escogidos especialmente para servir en el palacio real en
Babilonia (Daniel1:3"6). La pesada carga de trabajo que tenía
que desempeñar Daniel al servicio del rey gentil no le permitía
llevar este mensaje cerrado y sellado a los judíos esclavizados
y dispersos. Los judíos, reducidos a la esclavitud, no tenían
ningún sistema de reunión religiosa, no tenían sacerdotes, la
imprenta no existía y no había manera de distribuir literatura;
además, Dios había cerrado y sellado la profecía hasta el
tiempo del fin: hasta nuestros días, ¡ahora! El libro de Daniel
no
era un mensaje para los judíos del Antiguo Testamento.
Por último, comprendamos: Es claro que estas profecías
no se refieren a ninguna época fuera de la nuestra, este siglo
20.
El libro más misterioso de toda la Biblia ha sido, para la
mayoría de las personas, el libro de Apocalipsis. Pero el libro
de Daniel es la llave que abre el entendimiento del
Apocalipsis. Este último es el único libro que nos presenta los
acontecimientos mundiales mencionados en otras profecías,
correlacionados en orden, siguiendo una secuencia crono-