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La distinción entre la primogenitura y el cetro
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Efraín y Manasés recibieron
conjuntamente
el derecho al
nombre de IsRAEL. Éste habría de convertirse en el nombre
nacional de sus descendientes ... y sus descendientes no son
los judíos. Por lo tanto, muchas de las profecías acerca de
"Israel" o "Jacob" no se están refiriendo a los judíos ni a
las
naciones formadas por los descendientes de otras tribus
israelitas. Pocos son los teólogos, religiosos o estudiosos de la
Biblia que conocen esta verdad. Muchos
rehúsan
reconocerla.
Los descendientes de estos dos jóvenes, Efraín y
Manasés, habrían de convertirse en la gran multitud
prometida, la nación y conjunto de naciones.
Las
bendiciones
materiales son para ambos ... ¡pero no para
las
otras tribus!
Jacob cruza las manos
En este momento José se dio cuenta de que Jacob no tenía su
mano derecha sobre la cabeza del primogénito, y trató de
cambiarla:
"Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el
primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Mas su
padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a
ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano
menor será más grande que él, y su descendencia formará
multitud [un conjunto] de naciones.
Y
los bendijo aquel día,
diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a
Efraín y como a Manasés.
Y
puso a Efraín antes de Manasés"
(Génesis
48:18-20).
En este punto las promesas dejan de ser
colectivas; ya no se hacen conjuntamente a los dos jóvenes.
Jacob profetiza ahora individualmente para cada uno.
Como hemos visto antes, la descendencia numerosa
habría de formar "una nación y conjunto de naciones". Ahora
vemos que la "nación" que sería verdaderamente grande
saldría de Manasés, hijo de José. El conjunto de naciones
saldría de Efraín. Nótese, sin embargo, que antes de dividirse
las promesas, esta bendición profética indica claramente que
los descendientes de estos jóvenes permanecerían juntos y que
juntos crecerían hasta formar una multitud, para luego
separarse: Manasés se convertiría en
una gran nación
y Efraín
en
un conjunto de naciones.
Este es otro detalle de las futuras características de estos
pueblos. El cumplimiento de esta profecía no se hallaría en los