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El maravilloso mundo de mañana
mundo y aseguran estar francamente aterrorizados. Nos
advierten que la única esperanza del hombre yace en lo que
reconocen como un imposible: que las naciones formen un
supergobierno mundial
capaz de actuar en forma unida para
solucionar estos problemas a nivel global antes de que sea
demasiado tarde. Pero las naciones, siempre en rivalidad,
jamás podrían formar semejante gobierno. Y aunque lo
lograran, los humanos que tuvieran a su cargo las riendas
gubernamentales no estarían más capacitados que los dirigen–
tes actuales para hacer frente a todas estas calamidades de
índole no militar que amenazan con extinguir a la familia
humana.
· Esta opinión, aunque ampliamente compartida, no ofrece
esperanza alguna.
El
mundo mágico de
la
ciencia
Paradójicamente, la ciencia y la tecnología hacen brillar
frente a nosotros el mundo deslumbrante y fascinador de su
inventiva. Va a ser un mundo de ensueño, fantástico, de
botones mágicos, de ocio, lujo y libertinaje. Ahora ellos están
combinando sus esfuerzos para producir increíbles dispositi–
vos materiales que, según científicos y peritos en tecnología,
convertirán al mundo en un cielo glorificado; y todo esto sin
hacer caso a la cruda realidad de las condiciones descritas en
los párrafos anteriores.
Un conocido filósofo y escritor, Aldous Huxley, dijo: "La
mayoría de los pronósticos tienden a oscilar entre los
extremos de la lobreguez y el más descabellado optimismo.
Según un grupo de analistas, el mundo va rumbo al desastre;
según el otro grupo, dentro de una o dos generaciones el
mundo está destinado a convertirse en una especie de
Disneylandia gigantesca en la que la raza humana hallará
perpetua felicidad divirtiéndose con un inagotable surtido de
juguetes mecánicos ingeniosos".
¡Cuán cierto ... e irónico! Casi siempre las seductoras
predicciones de la ciencia y la industria parecen excluir
totalmente la espantosa realidad de las condiciones mundia–
les, lo cual nos da a entender que quienes las hacen no
comprenden las marañas ni los problemas adicionales que
acarrearían sus propias predicciones.