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La causa de los males del mundo
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demora se traduciría en la extinción de toda la vida en el
planeta, Jesucristo regresará. Pero esta vez vendrá como Dios,
con todo el poder y la gloria del Creador y Soberano del
universo (Mateo 24:30; 25:31). Vendrá como "Rey de reyes y
Señor de señores" (Apocalipsis 19:16) para establecer un
supergobierno mundial y regir a todas las naciones "con vara
de hierro" (Apocalipsis 19:15; 12:5).
¡Imagínese! El Cristo glorificado vendrá con todo el
esplendor, el poder sobrenatural y la gloria del Dios Todopo–
deroso para salvar a la humanidad, para poner fin a las
guerras, a la destrucción nuclear, al dolor y al sufrimiento
humanos, para establecer la paz, el bienestar, la felicidad y el
gozo en todo el mundo. Sin embargo, nos preguntamos:
¿Cómo lo recibirán las naciones?
Personajes de fama mundial afirman abiertamente que la
única esperanza de supervivencia sobre la Tierra es un
gobierno mundial supremo que controle todo el poderío
militar, pero al mismo tiempo reconocen que esto es algo
imposible para el hombre. ¡Jesucristo vendrá precisamente
para realizar ese imposible!
¿Será bien recibido?
Un importante noticiero hizo la siguiente evaluación de la
.única esperanza del hombre.
La esperanza optimista que en
otro tiempo tenían las sociedades "avanzadas" de lograr un
mundo estable y bien organizado se está marchitando. El gasto
de sumas ingentes ha sido insuficiente para traer estabilidad.
Antes, por el contrario, la situación ha empeorado. Dicha
evaluación indicaba que entre los funcionarios de los gobiernos
es cada vez más frecuente la opinión de que los problemas del
mundo están demasiado arraigados para ser resueltos "a no ser
que intervenga una mano fuerte de algún lugar".
¡El Dios Todopoderoso va a enviar una mano muy fuerte
"de algún lugar" para salvar a la humanidad!
Cristo, ¿mal recibido?
¿Aclamará por ventura la humanidad a Cristo y gritará
de gozo dándole la bienvenida con delirante entusiasmo? ¡De
ninguna manera!
Estará convencida, a causa del engaño de los falsos
ministros de Satanás
(11
Corintios 11:13-15), que Cristo es el