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¿Por qué nació usted?
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frenéticas de cada una de sus naciones y empezó a gastar
ingentes sumas de dinero en su empeño por desarrollar armas
nucleares más rápidamente que sus enemigos. Ahora está
produciendo armas de destrucción masiva ¡que pueden borrar
toda la vida humana de este planeta!
Un médico rural muy filosófico me dijo una vez que él
creía que todo lo que la mano del hombre había tocado de la
creación de Dios, lo había contaminado, manchado, ensuciado
y arruinado. En aquel entonces su afirmación me pareció
extremista. No obstante, desde que me dijo eso, hace casi
medio siglo, he venido observando y estoy casi convencido de
que tenía razón.
No hacen falta más explicaciones. Basta mirar en torno
nuestro y observar. Si reflexionamos, veremos cómo el
hombre, dotado de una porción del poder creativo de Dios
mismo, el
único
ser que lo tiene, utiliza este poder para
diseñar, planear, inventar y producir medios de destrucción.
¿Se está volviendo loca la ciencia?
Observemos las grandes fábricas de las principales
ciudades industriales. Allí hierve y ruge la actividad creadora
del hombre. En su tremendo desarrollo industrial, el ser
humano ha mostrado que tiene facultades que se acercan un
poco a la actividad y los poderes divinos.
¡Pero hay una falla mortal en todo esto!
El hombre ha aprendido a ejercer poderes mecamcos,
inventivos y científicos
que sobrepasan el desarrollo de sus
habilidades para dirigir sus esfuerzos creativos por canales
rectos
y
constructivos.
¿Hizo Dios al hombre tan destructivo?
¿Por qué puso el Creador omnisapiente al hombre sobre
la Tierra? ¿Fue el Creador quien diseñó e hizo al hombre
como es, con su intelecto y su extraordinaria capacidad
y,
sin
embargo, tan destructivo
y
tan impotente ante sus propios
problemas?
Muchos se quedarán estupefactos al escuchar la verdade–
ra explicación de la repugnante situación mundial, su
CAUSA,
cómo llegó a este estado
y
el verdadero
PROPÓSITO
de la
existencia humana. Pero la verdad es que ¡podemos leerlo con