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¿Por qué nació usted?
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Todo esto empieza en la mente. El arrepentimiento, el
primer paso hacia la salvación, es un cambio en la mente.
Nosotros
creemos
con la mente. Cuando recibimos el Espíritu
Santo y éste mora en nosotros, ocurre una
renovación de la
mente.
Gradualmente, por medio del estudio de la Biblia, del
aprender a vivir por cada palabra de Dios, por la continua
corrección y la oración constante, la mente misma de Dios se
va formando dentro de la persona que se ha entregado. Así, el
nuevo hombre, un carácter espiritual santo, está siendo creado
en rectitud y en verdadera santidad.
Nacer de nuevo .•. ¿C6mo?
En esta nueva creación que Dios lleva a cabo en el
hombre, éste debe "nacer de nuevo".
Dios hizo a Adán únicamente de materia. Jesús le dijo a
Nicodemo: "Lo que es nacido de la carne,
carne es".
Luego El
le explicó que debemos nacer de nuevo para entrar en el reino
de Dios. No nacer de nuevo de la carne, no entrando de nuevo
en el vientre de nuestra madre, como pensó Nicodemo, sino
como seres nacidos del espíritu, nacidos de Dios. Así como
nacimos de la carne siendo hijos de nuestro padre humano, así
mismo debemos nacer del espíritu, del Padre celestial y
espiritual. (Si desea recibir una explicación más detallada de
este proceso, no deje de solicitar el folleto gratuito titulado
¿Qué significa nacer de nuevo?
Una lista de nuestras
direcciones se encuentra en la última página de este folleto.)
Esta trasformación se lleva a cabo en el gran propósito
de Dios cuando un hombre llega a ver cuán equivocado son
sus caminos, los caminos del ser ht.mano mortal, que piensa
y vive de manera opuesta a las leyes reveladas por Dios. La
primera etapa es el arrepentimiento:
¡Someterse
al Dios To–
dopoderoso!
Nosotros somos ahora los "moldes de arcilla" en las
manos del Alfarero Supremo.
Si en esta vida nuestros pensamientos y nuestros caminos
se trasforman hasta que realmente lleguemos a ser (en
carácter espiritual)
nuevas criaturas
en Cristo Jesús, confor–
mados a su voluntad, entonces el modelo de arcilla trabajado,
modelado y formado por Dios según su voluntad, será
convertido finalmente en una creación espiritual acabada.