Página 27 - Spanish

Versión de HTML Básico

¿Qué significa "nacer de nuevo"?
27
tratara de un ser ya inmortal, sino "siendo renacidos"; esto
indica que se está
en el proceso
de nacer. Otras versiones
emplean el término "engendrados" (griego:
annagennao)
"... no de simiente corruptible, sino de incorruptible... "
Pedro se refiere aquí a que el proceso ha comenzado en
nosotros gracias al Espíritu incorruptible de Dios, lo que
contrasta con el engendramiento de nuestra vida física
mediante el espermatozoide. El apóstol demuestra aquí
que el Espíritu de Dios es aquella simiente o semilla inco–
rruptible que imparte vida eterna dentro de nosotros. Con–
tinuemos: " ... por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre".
La analogía continúa en el capítulo 2: " ... como
niños recién nacidos ..." No es que seamos ya personas
espirituales divinas nacidas en el Reino de Dios. Pedro
compara aquí el período de "gestación" del cristiano con el
crecimiento de un bebé recién nacido simplemente porque
sería muy inadecuado compararlo con un feto. No dice que
seamos ya niños recién nacidos en el Reino sino que somos
como
niños. Es una analogía, que busca mostrar cómo el
cristiano deberá crecer espiritualmente lo mismo que un
niño recién nacido deberá alimentarse y crecer en lo físico.
El apóstol continúa: "... desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis"
(1
Pedro 2:1-2). Pablo decía:"... hasta que todos
lleguemos ... a un varón perfecto" (Efesios 4:13), es decir,
incapaz de pecar. Cuando nazcamos de nuevo, no seremos
niños espirituales indefensos sino seres perfectos incapaces
de pecar. Este crecimiento espiritual cristiano se refiere al
desarrollo de carácter espiritual y de conocimientos
durante la vida física. Así como el niño deberá crecer
físicamente, también nosotros, los cristianos, debemos cre–
cer en conocimiento y en carácter cristianos (vea 2 Pedro
3:18), hasta que alcancemos la perfección cuando nazca–
mos de nuevo como seres espirituales.
La analogía
Durante nuestra vida como seres humanos converti–
dos, ya somos hijos de Dios pero sin nacer. Tenemos dentro
de nosotros la presencia de vida eterna impartida por el