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¿Es este el único día de salvación?
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fuera [la gran mayoría] por parábolas todas las cosas; para
que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no
entiendan" (Marcos 4:11-12).
¿Concibe su mente el sentido de este versículo? Las
parábolas fueron dichas para ocultar el verdadero signifi–
cado, no para hacerlo más claro.
Pero, ¿por qué ocultó Jesús la verdad a los del mundo?
¿Cuál es el misteriosos propósito de Dios que está tomando
forma ante nuestros ojos, sin que nos demos cuenta? He
aquí la respuesta:
El hombre desconoce su propia ineptitud para gober–
narse y para gobernar el mundo. ¡Y qué deplorable con–
traste hace su incapacidad como gobernador, comparada
con la habilidad de Dios! El Padre quiere que nosotros
desarrollemos iniciativa y habilidad. Pero también quiere
que reconozcamos que a El es a quien debemos acudir con
nuestros problemas, que sus leyes son mejores y que El es
el verdadero Gobernador de la Tierra. El quiere que noso–
tros entendamos que debemos tener su Espíritu dentro de
nosotros para hacer realidad nuestros deseos (Hechos
2:38).
Job no reconocía a Dios en su verdadero carácter, y
Dios tomó las medidas necesarias para hacerle entender.
Job "era justo a sus propios ojos" (Job 32:1); estaba muy
envanecido de su propia justicia. Constantemente hablaba
de su propia justicia. Sus expresiones eran: "mi integridad"
y "mi justicia" (Job 27:3-6). Solamente Dios es completa–
mente justo, porque "todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Finalmente, Dios humi–
lló a Job y éste se arrepintió. "De oídas te había oído",
exclamó Job, "mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me
aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza" (Job 42:5-6).
De todas las cosas materiales que Dios ha creado, el
hombre es, con mucho margen, superior a las otras con su
habilidad para razonar, y también con su habilidad para
inventar y fabricar objetos. Pero estas habilidades no son
de ningún valor para Dios - en realidad son un obstáculo
- si la voluntad o deseo del hombre para usar estas
habilidades es contrario a la voluntad divina. "Venga tu
reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en