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¿Cuáles Son las Leyes del Matrimonio?
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con la mira de estimular al marido para que éste asuma
SU responsabilidad, y reconocer que a ella no le corresponde.
¡El propósito de este capítulo
no
es el de dar una filípica
ciega e intolerable en contra de las mujeres! Dios Todopode–
roso no hace tan responsable a la mujer, como al hombre,
de la situación abominable que prevalece actualmente. Puesto
que el hombre es la
CABEZA
de la familia- ¡Dios responsa–
biliza al que tenga la culpa de
quebrantar
ese principio!
Creando
su
propia infelicidad
A través de cientos de años de "hacer lo que le parece
natural"
a la mente carnal, porque es enemistad contra Dios
(Ro. 8:7), nosotros hemos hecho nuestros propios lechos de
miseria- y sobre ellos estamos acostados.
¡Nuestros hogares
han sido puestos de cabeza literalmente!
El hombre ha re–
husado echarse a cuestas su carga y responsabilidad como jefe
del hogar, y la mujer ha tratado de usurpar su lugar y colo–
carse en él. El resultado es de sí evidente.
Por nuestras ciudades pululan grupos de jóvenes pandi–
lleros, inquietos y viciosos, que han sido criados bajo esas
precisas fórmulas, y que, siguiendo el ejemplo de los medios
de diversión y el de sus propios padres y madres, han acabado
por desacatar totalmente a las autoridades constituidas. Los
miembros de la policía que tratan con niños crimi–
nales han revelado que la
causa
radical de la delincuencia
es la falta básica y fundamen4tl de respeto hacia
cualquier
autoridad.
Y la autoridad empieza en el hogar.
¿Por qué la mayoria de las mujeres se sienten frustra–
das, miserables, infelices? ¡Porque se han salido de su propio
elemento! "¡Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer
dominio sobre el hombre, sino estar en silencio!" (I Ti. 2:12).
¿Por qué la mayoria de los hombres se están volviendo
más efeminados, fracasando en sus obligaciones como padres
y
maridos? ¡Porque ellos también se han salido de su propio
elemento- hacia un elemento
artificial-
tratando de hacer el
papel de la esposa y la madre, en lugar de ser la cabeza de la