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Todo acerca del BAUTISMO
La mente inmatura puede experimentar un sentimiento
emocional de remordimiento temporal y esto puede ser
falsamente interpretado como arrepentimiento, pero es
sólo una pasión momentánea que pronto se olvida.
Es
como
el amor ilusorio entre adolescentes. Muchos jóv.enes de 13
a 18 años tienen experiencias emocionales temporáneas,
y
aseguran estar "enamorados". Por supuesto que ellos se
sienten absolutamente seguros de su amor y no se les puede
contradecir al respecto. Generalmente con el tiempo se les
pasa, pero, en raros casos, por supuesto, puede haber algu–
nos que realmente "saben discernir sus sentimientos" - si
bien que ésta sería la extraordinaria excepción de la regla.
Lo
mismo ocurre con el arrepentimiento y la fe.
El niño bautizado alrededor de los 12 ó 15 años de edad
pudiera estar muy seguro de la determinación tomada, al
momento de celebrarse la ceremonia. Pero cuando ese niño
alcanza la edad entre 16 y 21, él o ella arrostra experiencias
enteramente nuevas en la vida que se presentan bajo dife–
rentes influenCias de otros adolescentes, las cuales son muy
distintas hoy de_ las de hace dos o tres generaciones; la
mayoría tiene que enfrentarse entonces a muchas tentacio–
nes peculiares de la energía, del dinamismo, de las inquie–
tudes, de la excitación y de los anhelos de la juventud en la
flor de su atractivo personal. La experiencia nos enseña que
ni uno de cada cien puede ser verdaderamente convertido
en la adolescencia y permanecer en esa condición, crecien–
do constantemente en la vida espiritual, acercándose más y
más a Cristo y a su Reino, durante esos años de prueba.
No se puede establecer una regla acerca de la edad apro–
piada para el bautismo. Es casi imposible estar absoluta–
mente seguro respecto de los jóvenes menores de 21 ó 25
años - y especialmente en cuanto a los menores de 18
años. Por lo tanto, una vez que se esté positivamente seguro
de que los jóvenes en realidad se han arrepentido y hastia–
do - no momentáneamente, sino permanentemente - de
su propia voluntad, de vivir según sus propios deseos y de
los caminos de este mundo, conviene estimularlos a vivir de
acuerdo con la Palabra de Dios, pero no bautizarlOs hasta
estar seguros en lo absoluto. Juan el Bautista insistía en
que el candidato :Qlostrara "frutos de arrepentimiento" -