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Un mundo secuestrado
que Adán llenara siquiera los requisitos para ser engendrado
como hijo en la familia divina, tenía que ELEGIR entre el
CAMINO de Dios y el CAMINO de Satanás, quien estaba aún
sobre el trono de la tierra.
Los dos árboles simbólicos
Después de la creación, Dios puso a Adán y Eva en el
hermoso huerto del Edén. En medio del jardín había dos
árboles simbólicos de enorme significado. Adán no tenía la
vida inmortal de Dios, pero Dios se la ofreció libremente por
medio del árbol de la VIDA. Adán tuvo que escoger entre el
gobierno de Satanás basado en el egocentrismo y el gobierno
de DIOs basado en la ley del amor. Ambos están basados en
una LEY fundamental de GOBIERNO. Dios pudo haber RESTAU–
RADO el gobierno divino en la tierra por medio de Adán ... si
éste hubiera escogido el CAMINO de la VIDA ETERNA.
En la tarde del sexto día de la creación, día que hoy
llamamos viernes, Dios explicó a Adán y Eva la situación y los
instruyó hasta el sábado por la tarde. En ese primer sábado
Dios les explicó cómo el camino del egocentrismo, simbolizado
por el árbol de "la ciencia del bien y del mal", era rechazar el
don divino de la VIDA inmortal, y que si tomaban del fruto
prohibido MORIRÍAN sin remedio.
Después de aquel sábado, cuando Adán descuidó el velar
por su esposa, Eva se escapó sola, lejos de su esposo, y
encontró a Satanás en forma de serpiente. La familia humana
era una amenaza directa contra la soberanía de Satanás sobre
este planeta.
Observemos que en Génesis 3 Satanás no le dijo a Eva:
"Escoge MI gobierno y mi ley de vanidad y egocentrismo;
rechaza a Dios". Él la tentó con la BELLEZA del árbol prohibi–
do, le despertó vanidad intelectual, insinuó que Dios no era
justo y la hizo sucumbir a su engaño asegurándole que ella
tenía un ALMA INMORTAL. Siendo engañada, Eva le creyó a
Satanás y no a Dios. ToMó del fruto prohibido y le dio a su
esposo, Adán, quien desobedeció voluntariamente a Dios y
ASUMIÓ ÉL MISMO la facultad de decidir qué es el bien y qué es
el mal.
Fue así cómo el primer hombre creado decidió no creerle
a Dios, le desobedeció y escogió su PROPIO CAMINO, que