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Capítulo 11
13
X
ORA
dirigentes mundiales hablan de Armage–
dón y científicos nucleares advierten sobre el
fin del mundo. Éstos han adelantado un
minuto más el reloj fatídico, de manera que ¡ya no
faltan cuatro sino tres minutos para la media–
noche!
El fuego enfurecido de la violencia mundial se aviva
frenéticamente a medida que el airado supersecuestra–
dor presiente la rápida llegada del
FIN
del cautiverio.
La liberación del engaño, del descontento, del sufrimien–
to
y
de la muerte de los secuestrados está más cerca cada día.
La
PAZ
mundial, la felicidad
y
la alegría están a la vuelta de la
esquina. El satánico secuestrador ha desatado su cólera
porque sabe que le queda poco tiempo para mantener cautivo
al mundo.
A la gente no le gusta que le digan que está engañada. Sin
embargo, aunque el conocimiento de la verdad hiera la
vanidad humana, es menos doloroso que sufrir las consecuen–
cias del engaño.
Todos somos miembros de la familia humana. Debemos
despertar a la realidad de que esta familia humana fue,
y
aún
es, la familia en potencia del Dios vivo. Sin embargo, esta