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El misterio de los siglos
estado de gestación pero aún sin nacer. Destruir un embrión
o un feto en el vientre materno es ASESINAR a un futuro ser
divino.
Por lo tanto, el aborto es asesinato.
Ahora bien, ¿cuál es el valor real de una vida humana?
La vida humana es una existencia animal pero con un espí–
ritu humano que da al cerebro la facultad del intelecto. El
espíritu humano hace posible la unión con el Espíritu Santo
y con
la
mente y la inmortalidad de Dios. Cuando el hombre
muere, el cuerpo revierte al polvo y el espíritu regresa a Dios.
Vida después de la muerte
El espíritu humano que se va en el momento de la muerte
es en realidad un molde espiritual, de sí inconsciente. Pero en
la resurrección traerá al cuerpo resucitado toda la memoria,
el conocimiento y el carácter, así como la forma que tuvo la
persona antes de morir. El espíritu humano en sí mismo no
ve, piensa, oye ni sabe.
La
única VIDA verdadera e inherente
radica en el Espíritu Santo de Dios, unido al espíritu humano.
El valor de la vida humana está en el espíritu humano y su
potencial de unirse con el Espíritu de Dios, que es la mente
y la vida de Dios.
Los filósofos consideran que el hombre tiene un valor
supremo en sí. Hablan de
la
"dignidad humana" y de los
poderes "divinos" inherentes en cada ser humano. Abogan
por la autoconfianza y la glorificación del
yo.
Pero la verdad
es otra: El único valor de la vida humana radica en el espíritu
humano y su potencial de ser engendrado por Dios y más
tarde nacer COMO DIOS, como hijo de la FAMILIA DE DIOS.
El hombre no es un "dios" en sí mismo, sino carne y
hueso mortales con un cerebro dotado de intelecto gracias al
espíritu humano. Por lo tanto, el hombre en sí mismo es
infinitamente
más
pequeño e insignificante de lo que creen
los llamados sabios de este mundo. Pero una vez engendrado
por el Dios supremo, por la VIDA y el Espíritu del Dios
viviente que mora en él, el potencial del ser humano viene a
ser infinitamente
más
valioso de lo que el mundo se ha
imaginado.
Dios crea, como dijimos antes, por el principio de DUALI–
DAD. Así es la creación del hombre, pues se cumple en DOS