Página 107 - Spanish

Versión de HTML Básico

El misterio del hombre
93
ETAPAS:
1) la etapa física, que comenzó con el primer hombre,
Adán,
y
2) la etapa espiritual, que comenzó con el "segundo
Adán", que es Jesucristo (1 Corintios 15:45-46).
Así también, el hombre fue hecho desde su creación
(y
nacimiento) con el espíritu humano que se convirtió en parte
integral de su ser. Pero mental y espiritualmente el hombre
está
INCOMPLETO.
Se le hizo de tal manera que necesitara
otro
espíritu: el Espíritu Santo de Dios. Y cuando recibe aquel don
de Dios, entonces "el Espíritu mismo [de Dios] da testimonio
a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Romanos
8:16). Esta es la primera etapa (la del engendramiento) den–
tro de la creación
espiritual
del hombre.
Esto se explica claramente en 1 Corintios 2:9: "... Cosas
que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón [en la
mente] de hombre, son las que Dios ha preparado para los
que le aman": el conocimiento espiritual.
La mente natural recibe conocimiento de las cosas mate–
riales y físicas. También puede tener algún sentido de la
moral, la ética, el arte
y
la cultura que no tienen los animales.
Pero en lo que respecta al bien
y
el mal, puede conocer y
obrar el bien solamente a nivel humano, lo que es posible por
el espíritu humano. Pero este sentir y hacer el bien se limita
al nivel humano del espíritu humano que es inherentemente
egoísta. Puede tener y expresar amor a nivel humano, pero
sin el Espíritu Santo de Dios no puede tener ni expresar amor
a nivel de Dios, ni puede adquirir conocimiento de lo espiri–
tual, como se revela en 1 Corintios 2.
Solamente Dios revela
"Pero Dios nos las reveló [las cosas espirituales] a noso–
tros por el Espíritu ..." (versículo 10). Nótese en particular
que el conocimiento espiritual no es revelado por una persona
llamada el Espíritu Santo. Es revelado por Dios y llega a
nosotros hoy por medio del Espíritu, el cual se recibe única–
mente como don de Dios por su misericordia y gracia. Dios
es el Revelador. El Espíritu Santo es el instrumento por el
cual podemos comprender aquello que solamente Dios revela.
"Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hom–
bre, sino el espíritu del hombre que está en él?" (versículo 11).
Si el Espíritu Santo fuera la tercera persona de una trinidad,