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El misterio de los siglos
Israel no confirió esta bendición a uno solo sino a
ambos:
"Bendiga a estos jóvenes". Parte de la bendición
conjunta era: "Sea perpetuado en ellos mi nombre". Su
nombre era IsRAEL. Por lo tanto, el nombre de Israel no ha
pasado a los judíos descendientes de Judá, sino a los
descendientes de estos dos jóvenes. Queda, pues, claro, que
el nombre IsRAEL habría de atribuirse a EFRAIN y MANASÉS.
Esta es una verdad pasmosa, pero muy clara. Recorde–
mos que estos pasajes no requieren "interpretación" ni
esconden ningún "significado especial" o "simbolismo
oculto". Se trata de una afirmación clara y escueta: que el
nombre de Jacob, cambiado a
Israel,
sería POSESIÓN y
PROPIEDAD de los pueblos de Efraín y Manasés. Sería el
rótulo que identificaría a estos pueblos.
Entonces, ¿QUIÉN es, según la Biblia, el verdadero
Israel de hoy (hablando en el aspecto nacional)? ¡Efraín y
Manasés!
Efraín y Manasés recibieron
conjuntamente
el derecho
al nombre de ISRAEL. Éste habría de convertirse en el
nombre nacional de sus descendientes ... ¡y sus descen–
dientes no son los judíos! Por lo tanto, muchas de las
profecías acerca de "Israel" o "Jacob" no se están refi–
riendo a los judíos ni a las naciones formadas por los
descendientes de otras tribus israelitas. Pocos son los teó–
logos, religiosos o estudiosos de la Biblia que conocen esta
verdad. Muchos
rehúsan
reconocerla.
Los descendientes de estos dos jóvenes, Efraín y Ma–
nasés, habrían de convertirse en la gran multitud prome–
tida, la nación y el conjunto de naciones. Las bendiciones
materiales son para ambos ... ¡pero no para las otras tri–
bus!
Jacob cruza las manos
En este momento José se dio cuenta de que Jacob no
tenía su mano derecha sobre la cabeza del primogénito, y
trató de cambiarla:
"Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste
es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
Mas
su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé;
también él vendrá a ser un pueblo, y será también engran–
decido; pero su hermano menor será más grande que él, y
su descendencia formará multitud [un conjunto] de nacio–
nes. Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá