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El misterio de la Iglesia
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Si Dios está ofreciendo la salvación a los pocos miembros
de su Iglesia con el único
fin
de darles
la
salvación, exclu–
yendo a
la
arrolladora mayoría de los hombres hasta más
tarde, entonces hace acepción de personas y discrimina con–
tra la humanidad en general. Jesús dijo claramente que
ninguno puede venir a Él si el Padre no lo llama (Juan 6:44).
Los cristianos profesos creen precisamente lo contrario. El
cristianismo falso enseña que Dios está llamando y tratando
de salvar a todo el mundo ahora. Si así fuera, Satanás
ciertamente estaría ganando
la
batalla, pues la gran mayoría
de los hombres saben poco o nada acerca de Cristo y de
la
salvación que se puede alcanzar por medio de Él.
La
salvaci6n: todo en orden
El plan maestro de Dios dispone que se ofrezca
la
salva–
ción y la vida eterna a todos los hombres, pero todo a su
debido tiempo.
Los llamados a salir del mundo y a formar parte de la
Iglesia ahora, son llamados para cumplir un propósito y una
obra específica. Esta obra específica hace posible
la
capacita–
ción espiritual que ayudará a convertir a la humanidad en–
tera. Estas personas son llamadas en un momento cuando
Satanás y el resto del mundo las persigue y
las
ataca. El resto
del mundo será llamado cuando Satanás ya no esté y tendrán
la ayuda de Cristo y los santos hechos inmortales en el
reino de Dios. Este hecho no lo entiende el mundo ni el
cristianismo tradicional porque Satanás ha cegado su mente
(11 Corintios 4:4). Satanás ha engañado al mundo entero,
incluso a la cristiandad tradicional (Apocalipsis 12:9).
Ni los cristianos profesos, ni sus jefes eruditos, ni los
teólogos comprenden los
PROPÓSITOS
para los cuales Cristo
tuvo que venir a la tierra.
Por qué vino Jesús
Jesús no vino para salvar al mundo de Satanás mientras
el diablo ocupa el trono y engaña a los hombres. Jesús salvará
al mundo a su segunda venida, cuando Satanás sea depuesto.
Entonces ¿para qué vino Jesús hace más de 1.900 años? No
para gobernar, no para reinar sobre
las
naciones, no para
salvar al mundo mientras Satanás sigue gobernándolo.