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El misterio de la Iglesia
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embrión, necesita alimentarse con nutrimentos físicos de la
tierra. Esto se logra por medio de la madre. El alimento físico
le permite crecer y
crecer
y
CRECER
hasta que al cabo de nueve
meses ha alcanzado el tamaño necesario para nacer.
A medida que crece, sus órganos y características físicas
se van formando. Pronto tiene una columna vertebral. Se
forma el corazón y éste empieza a latir. Aparecen otros
órganos internos. Poco a poco, toman forma la cabeza, el
tronco, los brazos y las piernas. Por último salen
las
uñas y
el cabello, y los rasgos faciales empiezan a tomar forma. A los
nueve meses el feto tiene un peso promedio de unos tres kilos
y está listo para nacer.
El ser humano necesita ser
ENGENDRADO
por su padre
humano. De la misma manera, para nacer nuevamente del
espíritu, o sea de Dios, es necesario que la persona sea
ENGENDRADA
primero por el Padre espiritual, que es el Dios
todopoderoso.
Una asombrosa analogía
Ahora veamos cómo
la
concepción, la gestación y el
nacimiento de un ser humano son la representación perfecta
de la salvación espiritual, que es
NACER
de Dios y recibir la
VIDA ETERNA
en su reino, ¡en la familia de Dios dentro de
la
cual podemos nacer!
Un adulto humano equivale, en sentido espiritual, al
"óvulo". En este óvulo espiritual hay un "núcleo", que es
la
mente humana con su espíritu humano. El "óvulo espiritual"
tiene una vida muy limitada comparada con
la
vida
ETERNA,
pues dura en promedio unos 70 años. Mas si entra en él el
Espíritu Santo proveniente de Dios el Padre, éste puede
impartirle
vida inmortal,
espiritual y divina. El Espíritu
divino se une con el núcleo del óvulo humano, que es el
espíritu y la mente del hombre, y le imparte
la
naturaleza
divina
(11 Pedro 1:4). Hasta ese momento habíamos tenido
solamente la naturaleza humana y camal.
Así como el espermatozoide es la más pequeña de las
células del cuerpo humano, también muchos cristianos engen–
drados empiezan con una porción
muy pequeña
del Espíritu
y el carácter de Dios. En un comienzo, ¡muchos serán cama–
les en un 99 por ciento! Parece que este era el caso de los