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El misterio del reino de Dios
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Pirineos ... rebajar el formidable macizo de los Andes y de–
más cumbres formidables, inhóspitas, casi inaccesibles del
planeta.
Luego proveer lluvias moderadas y suaves en
la
cuantía
necesaria y en el momento oportuno.
¿Y qué sucede?
Aparecerán millones de hectáreas de maravillosa tierra
arable, productiva, increíblemente fértil, lista para descu–
brirse y aprovecharse.
¿Imposible?
Lo es ... en
las
manos del hombre.
Pero veamos lo que Dios ha prometido: "No temas,
gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy
tu
socorro, dice el Eterno; el Santo de Israel es
tu
Redentor. He
aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de
dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a
tamo. Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el
torbellino; pero tú te regocijarás en el Eterno, te gloriarás en
el Santo de Israel. Los afligidos y menesterosos buscan las
aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo el Eterno
los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En
las
alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en
el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la
tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y
olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes junta–
mente, para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan
todos, que
la
mano del Eterno hace esto, y que el Santo de
Israel lo creó" (lsaías 41:14-20).
Agua pura, desiertos que florecen
¿Es posible imaginar una escena más fabulosa? Los
desiertos se transforman en jardines fértiles y llenos de ver–
dor, con árboles, arbustos y ríos cristalinos. Las montañas se
rebajan y se hacen habitables.
Leamos cómo Dios describe tales condiciones en algunos
pasajes de
la
Biblia:
"Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto,
y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en
estanque, y el sequedal en manaderos de
aguas;
en la morada