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El misterio de los siglos
os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y
los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará
como un ciervo, y cantará
la
lengua del mudo; porque aguas
serán cavadas en el desierto, y torrentes en
la
soledad" (lsaías
35:3-6).
Dios describe
la
recompensa por obedecer sus leyes de
misericordia y amor. Nótese Isaías 58:8: "Entonces nacerá tu
luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto".
Salud y felicidad
Describiendo las condiciones de salud y prosperidad que
imperarán en la tierra, Dios dice: "Mas yo haré venir sanidad
para ti, y sanaré tus heridas ..." (Jeremías 30:17).
"Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y
correrán al bien del Eterno, al pan, al vino, al aceite, y al
ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como
huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la
virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos junta–
mente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los
alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré con
abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice el
Eterno" (Jeremías 31:12-14).
¿Y por qué no tener buena salud? ¿Por qué hemos de
creer que es imposible tener salud perfecta y felicidad? ¿Por
qué las prédicas del cristianismo tradicional pasan por alto
estos pasajes y nos ofrecen, en su lugar, la perspectiva de ir
al cielo y vivir allí en estado de ocio sin hacer nada y sin
realizar nada?
Cuando se cumplen las leyes de
la
salud, éstas traen
bendición. Traen garantía de buena salud, tanto que en la
tercera y cuarta generaciones
las
enfermedades se habrán
convertido en cosa del pasado.
Esto es lo que Dios ha prometido a su pueblo: "Aconte–
cerá que si oyeres atentamente la voz del Eterno tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te
prescribo hoy, también el Eterno tu Dios te exaltará sobre
todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas
bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres
la
voz del Eterno tu
Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto