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El misterio de los siglos
inspiración, el pasaje reza así: "Porque así dijo el Eterno, que
creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo
y
la compuso; no la creó en vano [
tohu
],
para que fuese
habitada la creó".
Ahora continuemos con el versículo 2 de Génesis
l.
La
tierra se había vuelto caótica, desordenada
y
vacía,
"y
las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo [el océano o la
superficie líquida del planeta],
y
el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz;
y
fue la luz.
Y vio Dios que la luz era buena;
y
separó Dios la luz de las
tinieblas" (versículos 2-4).
Satanás es el autor de las tinieblas. La rebelión de los
ángeles había ocasionado la oscuridad. Dios es el autor de la
luz
y
la verdad. La luz revela
y
acentúa la belleza,
y
también
revela el mal. La oscuridad oculta ambas cosas.
Los versículos que siguen en este primer capítulo de la
Biblia describen la renovación de la faz de la tierra con
prados hermosos, árboles, arbustos, flores, vegetación,
y
luego
la creación de peces, aves, mamíferos
y,
finalmente, el hom–
bre. Pero antes de llegar al hombre, debemos aclarar los
sucesos de la prehistoria.
El gran Lucero
¿Cómo ocurrió el pecado de los ángeles? ¿Cómo empezó?
Recordemos que mediante su gobierno el Dios creador
preserva,
mejora
y
embellece lo que crea. Lo que Él crea, lo
crea para que se utilice. Dios dispuso en un principio que los
ángeles habitaran
y
utilizaran la tierra.
Cuando Dios colocó a los ángeles (al parecer, la tercera
parte del total: Apocalipsis 12:4) sobre la tierra gloriosa
y
hermosa, recién creada
y
perfecta, puso sobre ellos a un arcán–
gel, el gran querubín Lucero, como administrador del gobierno
de Dios. Solamente había dos querubines más (los querubines
son ángeles de jerarquía superior); éstos eran Miguel
y
Gabriel.
La revelación indica que estos seres son la obra máxima,
en cuanto a seres espirituales, que Dios puede crear. Lucero
fue un ser superior de majestuosa hermosura, deslumbrante
resplandor, conocimientos supremos
y
gran sabiduría
y
po–
der ... ¡perfecto tal como Dios lo creó! (Ezequiel 28:15). Pero
recordemos que hay una cosa que
Qig.Log
_puede crear a_uto-