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Los ángeles
y
los espíritus malignos
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Lucero estaba completo. Pero también recibió facultad para
razonar, pensar, decidir y elegir. Y aun con todos estos
conocimientos, aun sabiendo los resultados y
las
consecuen–
cias, este magnífico ser, el más supremo que el mismo Dios
pudiera crear por decreto, optó por rebelarse contra su Hace–
dor, contra el camino que produce todo bien. Acogió la
maldad. Lucero había sido educado en la administración de
la ley y el orden perfectos, y mientras siguió ese camino recto,
hubo felicidad y alegría inmensa en toda la tierra. Hubo una
paz gloriosa, armonía perfecta, amor y cooperación. El go–
bierno de Dios produjo una situación de gran felici–
dad ... mientras duró
la
lealtad de Lucero en
la
administra–
ción del gobierno divino.
¿Por qué pecaron los ángeles?
¿Qué motivó a los ángeles en la tierra a pecar, a seguir
la
maldad? Ciertamente no fue que algún ángel común y
corriente persuadió al gran querubín y lo volvió traidor. No,
la maldad se encontró en él. ¿Después de cuánto tiempo? No
lo sabemos; Dios no lo revela. Pudo haber sido menos de un
año ... o millones de millones de años.
Yaun cuando Lucero mismo tomó la decisión de rebelarse
e invadir el cielo para arrebatar el trono del universo, la Biblia
no revela cuánto tiempo tomó para convencer a todos los ánge–
les bajo su mando de que lo siguieran en su traición.
Conozco bien el método que Lucero utilizó. Sigue em–
pleando el mismo método hoy para conducir a los hombres
engañados hacia la deslealtad, la rebeldía y la oposición
egocéntrica contra el gobierno de Dios. Primero despierta
envidia y resentimiento en uno o dos por alguna injusticia
imaginaria, y de allí pasan a la deslealtad. Luego se vale de
éstos, como manzanas podridas en un cesto, para despertar
resentimiento, autoconmiseración, deslealtad y rebeldía en
otros que los rodean. Así como cada manzana podrida daña
las que están cerca hasta que todo el cesto se pierde, así
procede Satanás.
En el gobierno de Dios en la tierra hoy, si no se sacan
pronto las "manzanas podridas", éstas destruirían todo el
gobierno. Pero una vez fuera del cesto no pueden causar daño
a las demás.