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El misterio de los siglos
preciosa era tu vestidura ... los primores de tus tamboriles y
flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación"
(versículo 13). Fue un ser
creado,
no un humano nacido. Era
un ser espiritual,
no
carne humana. Dios creó en él un gran
genio para la música. Ahora que se ha pervertido en sus
pensamientos, sus obras y su ser, es el verdadero autor de la
música pervertida y del ritmo
rack
moderno, de los gemidos
discordante&, los graznidos, los lamentos y los gritos, de los
ritmos que producen excitación física y emocional, y de los
ánimos negativos y deprimidos. ¡Cuán grande fue su talento,
su capacidad y su potencial! ¡Y todo lo pervirtió! ¡Todo lo
malogró, lo disipó, lo convirtió en odio, destrucción e inutili–
dad!
Sin embargo, tenemos motivos para animamos. El gran–
dioso potencial humano de quienes estén dispuestos a resistir
las argucias, los males y el ánimo negativo de Satanás y
perseverar en el camino de Dios, ¡es infinitamente superior al
de Lucero, aun considerando el estado en que Dios lo creó!
Ahora volvamos a
la
revelación de este punto de crucial
importancia, esta dimensión perdida en el conocimiento. "Tú,
querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de
Dios", dice Dios a Lucero (versículo 14).
Esto nos lleva al capítulo 25 de Éxodo, donde Dios le dio
a Moisés el diseño para el arca del pacto. La descripción
comienza en el versículo 10. Los versículos 18-20 muestran
dos querubines colocados a lado y lado del trono de Dios en
el cielo, el trono del gobierno divino sobre todo el universo.
Las alas de estos querubines cubrían el trono de Dios.
Educado ante el trono de Dios
Lucero, pues, estuvo presente en el trono mismo de Dios.
Recibió instrucción y experiencia en la administración del
gobierno divino. Dios escogió a este ser, experimentado y
capacitado, como rey que encabezaría el gobierno divino
sobre los ángeles de la tierra.
Continuemos: "... en el santo monte de Dios, allí estu–
viste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto
eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,
hasta que se halló en ti maldad" (Ezequiel 28:14-15). En
cuanto al conocimiento, el entendimiento y la sabiduría,