Página 102 - Spanish

Versión de HTML Básico

104
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
este país a cursar mis estudios yo era un buen cristiano. Mi anhelo
era convertirme en un médico misionero. Pero
ahora soy ateo.
"¿Por qué", le preguntó sorprendido su interrogador.
"Porque desde que vine aquí, he descubierto que
el hombre
blanco tiene dos dioses.
Uno acerca del cual nos enseña y otro a
quien él ora. En la escuela de la misión me enseñaron que las
doctrinas tribuales de mis antepasados quienes adoraban imagénes
y creían en hechicerías eran erróneas y casi absurdas. Pero aquí
ustedes adoran imágenes más grandes
-
carros y artículos eléc–
tricos. Francamente yo no veo la diferencia entre lo uno y lo otro".
¿Asombroso?
No debiera serlo. Salvo que la mayoría de la gente se pega
tanto a sus pecados que le es imposible verlos.
Vivimos en la sociedad que se dice "cristiana", pero que está
basada en la
CODICIA
y la ambición de poseer más y más cosas
materiales.
El frenético esfuerzo por
competir
con otros y "destacar" es el
origen no solamente de la mayoría de los problemas económicos,
sino la real causa de muchas enfermedades físicas y mentales, de
hogares divididos y vidas frustradas.
Lo más grave de todo esto es que semejante forma de
idolatría
casi no deja tiempo, fuerza ni deseo de llegar a conocer al DIOs
verdadero - cuyos caminos y leyes vivientes por sí solos traerían
verdadera paz y gozo internos.
La proclamación del décimo mandamiento
Al estudiar los mandamientos precedentes, vimos que
cada
problema y sufrimiento en nuestra vida individual y nacional es
ocasionado directamente por
DESOBEDIENCIA
a uno o más de los
Mandamientos de Dios. Hemos visto que la ley
espiritual de Dios,
los Diez Mandamientos, revela
EL CAMINO
a la paz, la felicidad, la
prosperidad - todo lo que el hombre realmente desea.
Pero el hombre usualmente quiere adquirir estos resultados
a
su manera
-
la manera
EQUIVOCADA.
Y por eso
sufre.
Los más de los hombres yerran al no darse cuenta de que los
Diez Mandamientos son leyes
vivientes, movientes,
ACTIVAS -
como la ley de la gravedad. Son leyes
automáticas.
Cuando usted
las quebranta,
ellas lo quebrantan a usted.
Y lo mismo es con el final mandamiento de la ley de Dios.
Aunque éste sea
quebrantado sin que lo lleguen a saber otros seres