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LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Dios dice: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firma–
mento anuncia la obra de sus manos" (Salmo 19:1). A través de
sus páginas, la Biblia declara que Dios es el verdadero CREADOR de
la Tierra y del universo. Es EL QUIEN da vida y aliento a todas las
criaturas (Génesis 1).
¿Considera usted sinceramente a Dios como su Creador y le
adora
como Dios y como el Ser
g~e
le da cada porción de aliento
que respira? Es así como debe hacerlo, porque eso es parte de la
adoración al verdadero Dios, y de no tener dioses falsos delante de
EL.
En la Biblia, Dios se revela no solamente como el Creador,
sino como el que
sustenta
y
gobierna
su créación -
interviniendo
en los asuntos de sus siervos para guiarlos y para bendecidos y
para libertarlos.
Las prerrogativas de Dios
David dijo: "Eterno, roca mía y castillo'\nío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi
salvación, mi alto refugio" (Salmo 18:2). Literalmente
centenares
de veces, David clamó a Dios rogándole que interviniera y le
LIBRARA de alguna dificultad o calamidad.
¿Acude usted a Dios en demanda de ayuda, o confía en su
propia fuerza y en recursos y artificios de índole meramente
humana?
Dios, además de ser el Creador, Gobernador y Libertador, es
también nuestro Sanador. En Exodo 15:26, El declara: "Yo soy el
Eterno, tu sanador".
Por inspiración divina, David escribió: "Bendice, alma mía al
Eterno, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona
todas tus iniquidades, el que SANA todas tus enfermedades"
(Salmo 103:2-3).
¡Es prerrogativa de Dios
sanar!
Muy pocas personas de profe–
sado cristianismo hoy en día acuden realmente a Dios en demanda
de sanidad cuando les aqueja alguna enfermedad.
Aunque hay ciertas cosas que médicos especialistas entrena–
dos pueden, y debieran hacer, sin intervenir con las funciones
naturales del cuerpo, no debemos olvidar que la única sanidad
viene de Dios,
quien hizo el cuerpo humano,
y puede intervenir y
curar cualquiera enfermedad, si se le pide en FE que así lo haga. El
ejemplo y la constante enseñanza de Jesucristo a través de los