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LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Notemos que el profeta David relaciona el nombre de Dios con su
poder creativo: "¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, oh
Eterno Señor nuestro, que has puesto tu gloria sobre los cielos.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que
tú formaste, digo, ¿Qué es el hombre que tengas de él memoria y el
hijo del hombre, que le visites?" (Salmo 8:1-4).
Este pasaje muestra que Dios ha puesto su "gloria sobre los
cielos". Luego David prosigue para indicarnos que Dios ha CREADO
los cielos, la Tierra y al hombre. ¡Con razón debemos respetar el
nombre y el oficio de Dios!
En el Salmo 9:2, David escribe: "Me alegraré y me regocijaré
en tí; cantaré A TU NOMBRE, oh Altísimo".
Ahora veamos por qué David habria de tributar alabanzas al
nombre de Dios: "por haber sido mis enemigos vueltos atrás: caen
y perecen ante tu presencia. Porque has mantenido mi derecho y
mi causa; estás sentado en el trono juzgando con justicia". David
alababa a Dios porque era su PROTECTOR y REDENTOR. Dios era el
gran PoDER Omnipotente a quien David acudía por ayuda en
tiempo de necesidad! El adoraba y alababa a Dios por esto: "Y en
tí confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh Eterno,
no desamparaste a los que te buscaron" (versículo 10).
Nótense los títulos o atributos que David adscribe a Dios en el
Salmo 18:2: "El Eterno roca mía, y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fuerte mío; en él confiaré! escudo mío y el cuerno de mi
salud, y mi refugio". David adoró al Dios viviente quien le protegió,
le libró y le SALVÓ de toda aflicción y calamidad.
El profeta David, a quien Dios amaba y empleó como instru–
mento, NO se imaginó que Dios era sólo una "idea" o un Dios que
se había ido a un lugar "lejano" y no podía intervenir milagrosa–
mente en los asuntos de la Tierra y su pueblo escogido. Por lo
contrario, estos títulos que David, bajo inspiración divina aplica a
Dios, ¡revelan al Todopoderoso como un SOBERANO viviente, vital,
activo en los asuntos de su creación y como el protector y sostene–
dor de aquellos que le sirven!
En el Capítulo 45 de Isaías, Dios describe su omnipotencia y
nos dice cómo EL ha creado TODAS las cosas: "que formo la luz, y
creo las tínieblas; que hago la paz, y creo el mal; yo, el Eterno hago
todo esto" (versículo 7). Luego continúa diciéndonos cómo ha
levantado varios hombres y naciones para cumplir su voluntad.
El dice a las naciones: "¡Congregáos!" y las desafía a producir