Página 30 - Spanish

Versión de HTML Básico

32
¿Es Dios una Trinidad?
Los teólogos han de reconocer que no existe prueba
bíblica alguna de la divinidad o personalidad del Espíritu,
y que para llegar a la doctrina de la Trinidad, es preciso
salírse de la Biblia.
Uno de los teólogos más notables del siglo XX, Karl
Barth, reconoce que la Iglesia ha tenido que ír más allá de
la Biblia para llegar a formular la doctrina de la Trinidad.
"La Biblia no declara expresamente que el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo sean de la misma esencia y, por lo
tanto, sean Dios en el mismo sentido. Tampoco declara
que Dios lo sea sólo como tal, es decir, como Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Estas dos declaraciones expresas que se
salen del ámbito de la Biblia constituyen el contenido
doble de la doctrina eclesiástica de la Trinidad"
(Doctrine of the
Word ofGod,
Doctrina de la Palabra de Dios, pág. 437).
Entonces, si los teólogos reconocen que la Biblia no es
la fuente de donde nació la doctrina de la Trinidad, ¿cómo
pueden justificarla a la luz de la enseñanza bíblica en el
sentido de que la Escritura inspirada debe ser la fuente de
la doctrina? (2 Ti. 3:16).
La respuesta es que no pueden hacerlo. Deben recono–
cer la dura realidad.
El Espíritu de Dios en la Biblia
La personalidad de Jesucristo se demuestra a cabali–
dad en la Biblia, pero no existe ninguna prueba semejante
para la personalidad del Espíritu Santo.
"El Antiguo Testamento no contempla al Espíritu de
Dios como a una persona, ni en el estricto sentido filosófico
ni en el sentido semítico. El Espíritu de Dios es sencilla–
mente su poder. Si a veces se representa como algo dife–
rente de Dios, es porque el aliento de Yahweh
[YHVH
o
Jehová] actúa exteriormente (Is. 48:16; 32:15; 63:11)". Así
dicen los autores de
New Catholic Encyclopedia
(Nueva
Enciclopedia Católica). Pero dejemos que continúen:
"Muy raramente los autores del Antiguo Testamento
atribuyen emociones o actividad intelectual al espíritu de
Dios (Is. 63:10; Sab. 1:3-7 [Vea los libros apócrifos.]).
Cuando se utilizan expresiones semejantes,
son meras
expresiones figurativas
explicadas por el hecho de que el
rnah
también era considerado la sede de los actos intelectuales y