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La llave maestra de la profecía
Allí está claro: El quebrantamiento del sábado fue causa
primordial del cautiverio de Judá. Fue algo tan
importante
para DIOs que Él castigó de esta manera severísima a su
propio pueblo escogido: con la derrota en la guerra y el
CAUTIVERIO
en un país extranjero. DIOs define el
PECADO
como
infracción de su
LEY
(1
Juan 3:4),
y
su
LEY
dice: "Acuérdate del
día del sábado para santificarlo ... el séptimo [día] es sábado
para el Eterno tu Dios; no hagas en él obra alguna" (Éxodo
20:8-10). Trabajar el día sábado o profanarlo buscando el
placer propio, haciendo negocios, etc., ¡es
UN GRAN PECADO,
y
SU
castigo es la
MUERTE ETERNA!
Advertencia a los judíos
Los judíos no tenían excusa, pues ya los profetas les habían
advertido. Leamos las palabras de Jeremías: "Así dice el
Eterno: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de
sábado ... ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de
reposo, como mandé a vuestros padres . . . Pero si no me
escucháis en cuanto a santificar el día de sábado, y para no
traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de
sábado, yo prenderé fuego a sus puertas, y consumirá los
palacios de Jerusalén, y no se apagará" (Jeremías 17:21-22,
27).
Los judíos no hicieron caso de esta advertencia. Veamos
lo que ocurrió luego: "Y en el mes quinto, a los diez días del
mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor,
rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la
guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia. Y quemó
la casa del Eterno, y la casa del rey, y todas las casas de
Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande"
(Jeremías 52:12-13).
Cuando Dios
advierte,
¡el castigo es
SEGURO!
¿Por qué fue derrotada Israel?
Ahora veamos lo que le ocurrió a la
otra
nación, Israel, 117
años antes del cautiverio de Judá. Dios le había dado a escoger
al pueblo en tiempos de Moisés, mucho antes de que se
dividiera en dos naciones. Esto lo vimos en detalle cuando se
habló de Levítico 26. Ahora veamos lo que dijo Dios al
respecto por medio del profeta Ezequiel.