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La llave maestra de la profecía
divinas que han pasado inadvertidas a los pueblos de la tierra.
Esta historia bíblica es clara y sencilla, y lleva al conocimiento
del ancestro y la identidad de los pueblos modernos. Es una
historia más pasmosa, más fascinante y más extraña que
cualquier obra de ficción. ¡Pero es VERDAD!
El libro sagrado de Israel
Aunque pocos se han dado cuenta al leer las Sagradas
Escrituras, hace siglos esa misma grandeza, riqueza y poderío
fueron prometidos por el Todopoderoso a Abraham. Es
preciso que entendamos el hecho de que la Sagrada Biblia es
el libro peculiar de una sola nación: los hijos de Israel.
¡Esto es innegable! La Biblia, desde el Génesis hasta el
Apocalipsis, es primordialmente la historia de una sola
nación o pueblo: Israel. Las demás naciones se mencionan
solamente en cuanto se relacionen con Israel. Todas las
profecías bíblicas se refieren también primordialmente a
este pueblo de Israel, y a las demás naciones solamente en
cuanto ellas tengan que ver con él. La Biblia nos narra la
historia de estos israelitas y su Dios. Fue inspirada por el
Dios de Abraham, Isaac y Jacob; fue escrita exclusivamente
por israelitas y fue conservada por estos mismos israelitas
hasta después de escribirse el Nuevo Testamento. En sus
pasajes leemos que todas las promesas y los pactos de Dios,
la adopción como hijos y la gloria, pertenecen exclusiva–
mente a Israel (Romanos 9:4).
Pero la Biblia, siendo un libro israelita, escrito acerca de
la nación de Israel y destinado principalmente para ella,
inspirado por su Dios a través de sus profetas, es, sin embargo,
el libro más difundido en nuestro mundo occidental. Los
pueblos de habla inglesa, los que más leen y difunden la
Biblia, son, sin saberlo, los que heredaron las promesas
nacionales y físicas dadas a Israel hace tanto tiempo. Para
poder entender la Sagrada Biblia es necesario, pues, saber
quiénes son estos israelitas de los cuales habla. Esto hay que
saberlo también para realmente comprender la situación
actual de las naciones modernas en esta hora crítica para el
mundo. Recordemos, al empezar la fascinante historia, que la
Biblia no solamente habla de cosas espirituales sino también
de cosas materiales, carnales y
nacionales.
No demos carácter