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La grandeza nacional prometida a Israel
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espiritual a las cosas nacionales, ni físico a las cosas
espirituales. ¡Entendamos la Palabra sagrada de Dios tal como
es!
Comenzó con un solo ser humano
Antes de Moisés, no había ninguna nación que fuera conocida
como el pueblo particular de Dios. Antes de Moisés, no había
Palabra de Dios escrita, no había Sagradas Escrituras
inspiradas, no había Biblia. Durante más de 2500 años - dos
milenios y medio - la humanidad siguió su curso sin ninguna
revelación escrita de Dios. El único registro histórico que
consigna el trato entre Dios y los hombres antes de la
existencia del pueblo de Israel es el que nos revela la Biblia. Y
lo que es más asombroso aún, solamente los 11 primeros
capítulos, de un total de 50 en el Génesis, son dedicados a la
narración de lo que fue toda la historia del mundo antes de
Abraham, padre de los israelitas.
¿Sorprendente? La Biblia dedica solamente 11 capítulos
de su primer libro para relatar la historia de los primeros 2000
años, aproximadamente la tercera parte de la vida de la
humanidad.
Dios comenzó este mundo con un solo hombre: Adán.
Todo lo que Dios hace mediante los seres humanos comienza
de una forma muy pequeña y crece como el grano de mostaza.
Con este primer hombre, Dios se comunicaba directa y
personalmente. Le reveló todo el conocimiento esencial que de
otra manera sería inaccesible para la mente humana, la
esencia básica de todo el conocimiento: qué es el hombre; por
qué está aquí; cuál es el propósito de la vida; cuál es el camino
de vida que trae paz, salud, prosperidad, felicidad; cuál es el
fin del hombre, su
DESTINO.
Dios reveló este fundamento del
saber al primer hombre.
Dios se reveló a sí mismo ante Adán, como el Creador y
Gobernante Eterno de la Tierra y de todo el universo. Le
reveló a Adán que éste, a diferencia de los animales, había sido
hecho en la forma y semejanza de su Creador, con poderes
mentales que ninguna otra criatura física poseía; además,
contaba con el potencial de aplicar su libre albedrío para
desarrollar el carácter mismo de Dios y heredar la vida eterna
en el reino de Dios. Le reveló el camino de vida que le daría