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.La llave maestra de la profecía
padre a hijo, la riqueza -y el poderío más colosales que
hombre o imperio alguno haya poseído.
La primogenitura incluye toda la primera fase de las
promesas hechas por Dios a Abraham. Dicho legado
garantizaba incondicionalmente, bajo la autoridad de Dios
Todopoderoso, una población multitudinaria, riquezas y
recursos materiales incontables, grandeza nacional y
poderío mundial.
Dios no sólo había prometido que descenderían de
Abraham una potencia mundial y un conjunto o man–
comunidad de naciones tan populosas como los granos de
arena o como las estrellas, no sólo prometió que estos
descendientes poseerían las puertas de naciones enemigas
(lo cual en sí es indicativo de poderío y dominación en el
mundo), sino que la primogenitura incluyó también
riquezas materiales vastísimas y recursos naturales ilimita–
dos. Esto se ve claramente en la bendición dada a Jacob,
como explicaremos más adelante.
La primogenitura negada a Ismael
El derecho de primogenitura pasaba automáticamente al
hijo mayor en cada generación, excepto en los tres casos
cuando hubo intervención divina.
El Eterno escogió a Isaac para que heredara tanto el
cetro como la primogenitura. Abraham tenía otros hijos,
siendo Ismael el mayor, pero Dios escogió a Isaac, de
manera que "Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac"
(Génesis 25:5). Isaac era el primogénito
legítimo
de
Abraham, pues Ismael era hijo de Agar, la sierva egipcia de
Sara.
Abraham amaba a Ismael y deseó para él la primo–
genitura: "Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante
de ti" (Génesis 17:18).
Su esposa, Sara, era estéril. Pero Dios respondió:
"Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás
su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto
perpetuo para sus descendientes después de él. Y en cuanto a
Ismael ... le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar
mucho en gran manera ... y haré de él una gran nación. Mas
yo estableceré mi pacto con Isaac ..." (versículos 19-21).