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La mente humana
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tampoco puede ver, oír, pensar ni sentir. Su función es
proporcionarle al hombre, por medio del cerebro, la facultad
de hacer todas estas cosas. No obstante, este espíritu humano
sí registra todos nuestros pensamientos y todo el conocimien–
to recibido a través de los cinco sentidos.
El
HOMBRE
está hecho literalmente de arcilla, de
BARRO.
Dios es como el alfarero maestro que da forma a un recipiente
de arcilla. Si la arcilla es demasiado dura o rígida, no adquiere
la forma que el alfarero desea darle. Si es demasiado blanda o
está muy húmeda, le falta firmeza para conservar la forma que
el alfarero le da.
Isaías nos dice: "Eterno, tú eres nuestro padre; nosotros
barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos
somos todos nosotros" (64:8).
Sin embargo, Dios ha dado a cada uno de nosotros una
mente privativa, propia. Si uno rechaza a Dios y sus caminos,
El no puede inculcar en esa persona un carácter divino. La
arcilla humana debe ser dúctil, presta a ceder. Si el ser
humano se vuelve rígido y resistente, se asemeja a la arcilla
seca y dura con la cual el alfarero nada puede hacer. Por otra
parte, si el hombre carece de voluntad, propósito y determina–
ción, entonces no es capaz de conservar la forma que Dios
quiere impartirle. Si es débil, lleno de indecisión y carente de
un carácter bien enraizado, no perseverará hasta el fin y
perderá la batalla.
Somos en verdad obra de las manos de Dios. Aun así
debemos poner de nuestra parte en este desarrollo espiritual.
Si somos perezosos y negligentes en el estudio de la Biblia y en
la oración, o si permitimos que otros intereses materiales se
vuelvan tan importantes que
DESCUIDAMOS
una salvación tan
grande, no la recibiremos.
En cambio, si tenemos la fuerza de carácter necesaria
para
ENTREGARNOS, POR VOLUNTAD PROPIA,
en las manos de
Dios, entonces El nos llenará de su Espíritu. Por medio del
Espíritu Santo, Dios nos dara
su
justicia -
su
carácter - y
abrirá nuestro entendimiento para recibir su conocimiento
espiritual. Pero es necesario que lo
DESEEMOS
así y que
NOS
ESFORCEMOS
para que todo ello se realice. Tenemos que poner
esto sobre todas las cosas, dándole la
MÁS ALTA PRIORIDAD
en
nuestra vida.