Página 29 - Spanish

Versión de HTML Básico

El "obituario" del mundo actual
23
hecho de que los temas que predominan en el cine y la
televisión son las relaciones sexuales ilícitas, la violencia y el
crimen. Los jóvenes de 12 a 15 años se "menean", se agitan y
se entregan a la música estridente como poseídos por el
frenesí. A la edad de 12 ó 13 años niños y niñas empiezan a
tener "noviazgos", y lo que algunos teólogos han denominado
la "nueva moralidad" se convierte en su norma de conducta en
lo que se refiere a las relaciones sexuales antes del matrimo–
nio, al adulterio y a la perversión.
Los jóvenes, enfrentados a un futuro sin esperanza, optan
por la delincuencia y, en abierta rebelión contra la sociedad, se
organizan en pandillas.
Hoy en día una de cada 10 personas padece de alguna
enfermedad mental. El crimen y la violencia están en su
apogeo. El divorcio cunde en el mundo occidental (por cada
tres matrimonios hay un divorcio) y deja tras de sí una estela
de frustraciones y familias deshechas. Aun aquellos que
logran atesorar grandes fortunas tratan inexorablemente de
acumular más riquezas y nunca quedan satisfechos con lo que
adquieren una vez que lo tienen.
¡La civilización de este mundo está mental, moral y
espiritualmente enferma! No nos ofrece una razón para vivir,
ignora cuáles son los verdaderos valores y no tiene un
concepto correcto de lo que es el éxito en la vida.
La civilización de este mundo ha "progresado" en
retroceso. Se ha convertido en algo decadente, pútrido e
inmundo, y ¡está consumando su propia destrucción!
Pero el futuro no carece de esperanza. Este mundo malo
en que vivimos va a ser remplazado, en nuestros días, por el
maravilloso, feliz y pacífico mundo de mañana.
¿Culll ha sido el aporte de la religión?
En la religión deberíamos encontrar por fin el conoci–
miento del propósito de la vida, los verdaderos valores y los
caminos rectos que harían de éste un mundo mejor, un mundo
P.acífico y feliz. Aquí deberíamos hallar, seguramente, por lo
menos una influencia estimulante y estabilizadora para la
sociedad.
Sin embargo, aunque parezca increíble, al proyectar la
luz del reflector sobre los hechos y al mirarlos de una manera