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¿Qué significa salvación?
amor entre esposos, o el amor entre parientes y amigos en
general. También nacimos con la capacidad de experimen–
tar envidia, celos, odio.
¡Pero esta ley espiritual solamente puede cumplirse y
obedecerse espiritualmente por medio del amor espiritual!
Usted no nació con ese amor. ¡No posee, de manera natu–
ral, el amor especial que se requiere para guardar verdade–
ramente esta gran ley espiritual!
Usted tiene que acudir a Dios para obtener ese amor
especial. El se lo da por medio del Cristo viviente, pero es
su propio amor. Emana directamente de El.
Pero entendamos bien. La verdadera justicia es la
observancia de "todos tus mandamientos" (Sal. 119: 172).
Es cumplir la ley espiritual de Dios con el amor espiritual
que solamente Dios puede dar.
Una vez establecido el contacto con Dios, usted bebe
de El ese amor espiritual. Luego ese amor sale (fluye) de
usted "como ríos de agua viva". El agua de los ríos corre en
cierta dirección guiada por el cauce del río o canal. La ley
de Dios es ese cauce que guía la corriente- la expresión -
la dirección en que fluye el amor divino. La ley de Dios es
el camino del carácter espiritual perfecto - el carácter
mismo de Dios.
Así que, el Espíritu por el que Dios le otorga su vida -
su salvación -es también su propio amor que le imparte
su justicia. Ya no es usted, solo, y de su propio poder y
fortaleza quien "guarda los mandamientos", sino que es,
espiritualmente hablando, Cristo, viviendo en usted, el que
está guardando los mandamientos de su Padre, así como
Ellos guardó por medio de este mismo amor divino cuando
vivió aquí sobre la Tierra en calidad de ser humano.
¿Puede usted, entonces, jactarse, vanagloriarse, sen–
tirse complacido por su justicia? No- no es su justicia–
¡es la justicia de Dios! Si Cristo, por su gracia, borró su
pasado pecaminoso, le dio acceso a Dios, y ahora derrama
en y a través de usted el amor espiritual que guarda la ley,
todo eso no es su justicia, sino la de Dios.
Y nada de esto es por "sus obras". No es nada que
usted se gana.
Dios no se "engaña a sí mismo". Algunos maestros
religiosos le dirán que Cristo vivió una vida justa por usted
hace más de 1.940 años. Y en virtud de que, según dicen
ellos, usted "no puede guardar la ley", Dios le "atribuye"