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Las siete leyes del éxito
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que esto significa! Cientos de veces hemos sido librados de
errores costosos. Estamos libres de las preocupaciones y
jaquecas que la mayoría de los hombres de negocios sufren
debido a los problemas que los agobian. Podemos proceder
con CONFIANZA, con la seguridad de la FE. ¡Qué bendición! ¡Qué
consuelo y alegría!
¡Vale la pena!
Quienes tratan de arreglárselas en la vida
sin la guía del
Cristo viviente,
están perdiendo la ventaja más
práctica
y
valiosa
que pudieran tener. En nuestro vernáculo diríamos:
"¡Vale la pena!" Es preciso, sin embargo, que nos esforcemos y
que PENSEMOS. Tenemos que valernos de todos nuestros
propios recursos y aplicar el ingenio, pero contamos además
con la SEGURIDAD de la GUÍA divina. Dios a menudo produce las
circunstancias favorables.
Él literalmente nos "abre las
puertas".
¡VALE LA PENA
tenerlo como guía!
Finalmente, consideremos la sexta ley del éxito: la de la
perseverancia, tenacidad y constancia, de no darse nunca por
vencido.
El manual de nuestro Hacedor está repleto de adverten–
cias respecto de esta ley. Jesús, en la parábola del sembrador y
la semilla, nos muestra cuatro grupos de personas. Todas las
personas descritas en la parábola oyen el mensaje de Dios. A
todas se les da la oportunidad de responder favorablemente.
Tres grupos ¡sE DAN POR VENCIDos! Otro no logra progreso
alguno. Dos grupos principian con gozo y gran fruto, pero
permiten que las antiguas amistades y los cuidados y placeres
de esta vida les desalienten y ahoguen. Los del otro grupo
sencillamente no tienen la profundidad ni la fuerza de
carácter para perseverar; son desertores por naturaleza. Aun
de aquellos que continúan y perseveran, algunos son más
diligentes, más ingeniosos, mejor preparados y más cuidado–
sos de su salud, de manera que logran un
mayor desarrollo
de
carácter y de conocimiento espiritual que otros. ¡Ellos
recibirán una recompensa mayor!
Jesús dijo: "El que persevere hasta el FIN, éste será
SALVO" (Mateo 24:13).
Sí, estas siete leyes son el camino, no sólo para el éxito
comercial y económico, sino que son las LEYES que conducen a