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Su Matrimonio Puede Ser Feliz
los perfectamente desarrollados y un cuerpo
sin defectos,
sano,
vigoroso y sólido, ¡excepto por una costilla faltante!
El tenía esa mirada austera, masculina y segura que
tantas mujeres admiran en los hombres. Probablemente era
alto, musculoso y atlético, y se movía con agilidad y donaire.
En
fin,
¡Adán era el epítome de la
perfección física humana!
Había sido moldeado y diseñado por las manos del Creador de
todo el universo.
¿Y su esposa? Ella, también, fue creada
perfecta.
Fue, sin
duda, una belleza fantástica que encarnó todas las cualidades
que pudiera desear cualquier mujer joven. Atlética y flexible, a
la vez que femenina y delicada,
perfectamente
formada con
salud perfecta
y con una de las más raras combinaciones -
¡belleza
e
inteligencia!
Los dos eran
perfectamente idóneos
el uno para el otro.
Así los había creado el Dios Todopoderoso. EL era quien
había ordenado que se volvieran UNA CARNE.
Aquél era un matrimonio ideado, planeado y diseñado
por el Dios Todopoderoso. Parecía tener
todas
las probabili–
dades de triunfar.
Analicémoslo más todavía. Su hogar era un paraíso fa–
buloso. Aquel joven tenía el
mejor
de todos los empleos, con
oportunidades
ilimitadas
de prosperar. Más aun, él no tenía
competidores.
No había ninguno a la vista que pudiera haber
deseado su trabajo, o habérselo arrebatado. El tenía esa bendi–
ción que es tan evasiva y que tantos hombres buscan hoy
en vano-
¡seguridad!
¡Y lo que también es muy importante, él no tenía abso–
lutamente ninguna deuda! Su solvencia financiera era absoluta
y no le debía nada a nadie.
Personalmente,
era bien conocido de su Patrón- tanto
que se pasaba horas enteras con EL, platicando de su futuro.
Su Patrón, que era Dios Todopoderoso, tomó un interés tan
especial en él, que le dio instrucciones directas sobre cómo
progresar y convertirse en un éxito completo.
¡Nunca pareja alguna pudo haber tenido más y mejores
ventajas para empezar!