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¿Por Qué Hay Hogares Destrozados?
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¡Piense en ello! Sin posibilidad de tener "dificultades con
parientes políticos", ni de sufrir inconveniencias por haberse
casado demasiado jóvenes.
No existían diferencias
culturales,
dificultades de
idioma,
conflictOs
religiosos
o problemas raciales.
No tenían conflictos por motivo de tendencias heredadas,
o diferencias de ambiente y antecedentes- ¡ya que ambos
empezaron su vida al mismo tiempo! En total, no tenían abso–
lutamente ninguno de los impedimentos con que se confrontan
hoy, aun las parejas bien armonizadas, y
todo
lo que tenían
indicaba que delante de ellos estaba una vida brillante y un
matrimonio venturoso.
Nunca, desde entonces hasta la fecha, ha habido pareja
que haya tenido más en su favor para un matrimonio feliz.
¡El primer hogar destrozado!
¡Sin embargo, en un corto tiempo este hombre
perdió
su
hogar! ¡Perdió su empleo! ¡Perdió su seguridad y con ello
su propio respeto! Fracasó en su matrimonio, agravió a su
Patrón y quedó mal con su esposa.
En lugar de obedecer las leyes que Dios le había revelado
y que le habrían garantizado éxito y larga vida, más un matri–
monio feliz, Adán consintió en que su esposa desobedeciera
- y después la siguió sumisamente en su desobediencia.
Piense en eso. ¡El lo perdió todo!
Eva también fracasó. No fue una ayuda eficiente para su
esposo, sino un obstáculo. Fue una mala influencia para él.
Los dos perdieron sus privilegios y su seguridad absoluta -
fueron echados del hermoso y fabuloso ambiente que constituía
su hogar.
Dios Todopoderoso nos revela que ellos también fracasaron
miserablemente en la crianza de sus hijos.
Obviamente pelearon entre sí. Argumentaron. Cada uno
culpó al otro por sus errores. Sus hijos crecieron en una horrible
atmósfera de lucha, trabajo rudo, frustración y amargo
desengaño.
He ahí un hombre que, casi de la noche a la mañana,