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¿
Cuáles Son las Leyes del Matrimonio?
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la cabeza de ella exactamente de la misma manera que Cristo
es la Cabeza de la Iglesia.
Pocos cristianos profesos entenderán realmente esto. ¿Por
qué? Simplemente porque solo unos cuantos preciados de esos
''cristianos" de hoy miran a Cristo como a su gobernante amo–
roso, magnánimo, comprensivo y bondadoso, y sin embargo,
¡dominante, firme, fuerte y poderoso! ¡Los más no lo reconocen
como el Jefe de sus vidas!
¿Cómo gobierna Cristo en su verdadera Iglesia?
Recuerde, ¡Cristo está gobernando sobre un grupo de gente
que El ha perdonado misericordiosamente! ¿Quiénes son pues los
que componen la Iglesia? Los que en otro tiempo fueron
rufianes, criminales, pervertidos, desviados sexuales, mentirosos,
timadores, asesinos, adúlteros, fornicadores, hipócritas, difama–
dores. ¿Le parece eso muy fuerte?
Preguntémosle a Dios al respecto. El inspirado Pablo escri–
bió: "¿No sabéis que los injustos no herederán el reino de Dios?
No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros,
ni
los afeminados, ni los que se echan con varones,
ni
los ladrones,
ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafa–
dores, herederán el Reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya
habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados,
ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios" (1 Co. 6:9-11).
Dios dice: "Porque seré propicio a sus injusticias, ¡Y
nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades!"
(He. 8: 12). ¡Qué tremenda declaración! ¿Qué sucedería si Dios
hubiese dicho: "Porque seré propicio a sus injusticias–
¡y siempre me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades"?
Viviríamos llenos de terror hacia Dios si hubiera dicho tal cosa.
Pero El nos asegura: "Porque como la altura de los cielos
sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le
temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente,
hizo alejar
de
nosotros nuestras rebeliones" (Sal. 103: 11-12).
¿Sobre quién rige Cristo? Sobre seres humanos, ¡llenos de
faltas, defectos y debilidades! Sobre antiguos pecadores. Sin
embargo, El rige con Amor, con comprensión y paciencia pro-