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¿Cuáles Son las Leyes del Matrimonio?
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casa! ¡Dios dice que el hombre debe gobernar bien, en su
propia casa! "Que
gobierne bien
su casa, que tenga a
sus hijos
en sujeción
con toda honestidad, pues el que no sabe gobernar
su propia casa ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?" (1 Ti.
3:4-5).
Recuerde que Dios acusa al hombre cuando dice: "Los
opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorea–
ron de él" (ls. 3: 12).
Situaciones comunes
No es nada raro que algunos hombres hagan las tareas
domésticas tales como barrer, sacudir, lavar los trastes, cocinar
y un sin fin de otras tareas femeninas,
¡que por derecho per–
tenecen a la mujer!
¡No está mal, por supuesto, que el hombre
ayude
a su mujer si ésta se enferma o si hay otra circuns–
tancia temporal! Sin embargo, si no es más que emergencia,
esas tareas son de mujer, ¡y deben ser hechas por la mujer!
¿Qué pasa en su casa? ¿Se parece a muchos de los hogares
"modernos"?
A muchos no les parece extraño que algunos hombres vayan
de compras, cuiden a los niños, o preparen las comidas, en tanto
que la mujer permanece hasta tarde en
su empleo,
o se encuentra
ocupada en alguna de las miles de organizaciones cívicas femeni–
les, creadas para hacer de
este mundo
un lugar "mejor" donde
vivir. Un montón de maridos no son más que medusas inverte–
bradas, temblorosas y trémulas en vez de hombres, y ya es
tiempo de que algunos de ellos despierten a la realidad. ¡Tal vez
usted
haya sabido de situaciones semejantes! ¡Tal vez usted
la esté viviendo!
¿Qué dice usted de eso?
¿Empieza usted a darse cuenta por qué hay tanta infelici–
dad, turbulencia emocional y por último, divorcio en el hogar
común? Se debe a nuestra
norma de vida-
¡hemos volteado
nuestros hogares totalmente al revés!
Un equipo
Dios desea que el marido y la mujer sean un equipo, que
luchen juntos hacia la única meta digna de la vida - ¡el Reino