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Su Matrimonio Puede Ser Feliz
de Dios! La mayoría de la gente no considera eso como su meta
- pero podrían ser mucho más felices, ¡si observaran las leyes
divinas del matrimonio ordenadas por Dios!
El matrimonio, dice la mayoría de la gente moderna, es un
asunto a compartirse por partes iguales. Eso significa que cada
cónyuge en su propensión natural al egoísmo, "va a partir la
diferencia" con el otro. Sin embargo, como usualmente acontece,
existe una idea confusa respecto a
dónde
debe considerarse esa
"línea intermedia" ¡y ninguno parece convencer al otro de quién
es el que no está cumpliendo con su parte!
Argumentos interminables se han suscitado sobre
quién
es
el que no está haciendo lo que le toca.
¡Pero antes que nada, el matrimonio no es un asunto a
compartirse por partes iguales!
Dios dio a entender que es un asunto del cien por cien,
por lo cual todo es para
cada
cónyuge, TODO el tiempo. El
esposo debe estar dispuesto a conceder el 100% a su esposa,
y la esposa debe estar dispuesta a conceder el 100% a su
esposo.
La humanidad ha derribado al amor de su lugar original
de
entrega
perfecta, dirigiéndolo hacia el yo propio, querién–
dolo convertir en un asunto, como diríamos en lenguaje
moderno, ¡de "obtener" y
recibir
en lugar de
conceder!
El
"amor", que se caracteriza en las películas, novelas y tirillas
cómicas, es solo
OBTENER-
tratando de hacer más feliz al
yo propio.
Pero si el esposo y la esposa están realmente
enamorados,
de acuerdo con la
definición
que Dios (el autor del amor) hace
del amor, ¡estarán dispuestos a entregarse uno al otro!
Si eso se volviera realidad, incontables matrimonios que
están descomponiéndose y que amenazan
romperse
en este pre–
ciso minuto, ¡podrían salvarse! Pero parece que la falta total de
consideración es la regla- ¡con la mujer tratando de ser el
Fotos
de
H. Armstrong
Roberts
Las madres deben estar en casa al cuidado de sus hijos - no "darlos
en arriendo" por salir a trabajar.