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Su portentoso futuro
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Sé que muchos quedarán estupefactos ante tal revela–
ción. Sé que hoy, 1900 años más tarde, es difícil creerla. Mas
no por eso deja de ser cierta.
El "evangelio" falso
En Samaria, al norte de Jerusalén, vivía un pueblo gentil
a quienes los judíos de la época de Cristo llamaban despecti–
vamente "perros". El rey Salmanasar de Asiria, y otros, los
habían transportado allí desde diversas regiones del Imperio
Babilónico alrededor del año 700
A.c.
(ver 11 Reyes 17:18,
21-24). Ese pueblo gentil llevó a la tierra de Samaria su
religión babilónica de los misterios. En los Hechos de los
Apóstoles, capítulo 8, se habla del jefe religioso que tenían en
tiempos de Cristo: Simón el mago.
En el año 31 n.c. Cristo levantó la Iglesia de Dios para
que respaldara a sus apóstoles en la misión de proclamar el
mensaje evangélico. Ya en el año 33, luego de un período de
crecimiento asombroso, sobrevino una gran persecución con–
tra la Iglesia de Dios (Hechos 8:1). En esa época Simón el
mago se hizo bautizar junto con una multitud de personas.
Luego ofreció dinero a los apóstoles Pedro y Juan intentando
comprar un cargo de apóstol en la Iglesia de Dios; pero fue,
desde luego, rechazado y reprendido.
Simón el mago se apropió entonces el
NOMBRE
de Cristo,
llamando cristianismo a su religión babilónica. Satanás
influyó en él y lo empleó como su instrumento para perseguir
y casi destruir a la verdadera Iglesia de Dios. Antes de
finalizar el primer siglo de nuestra era, probablemente
alrededor del año 70, había logrado suprimir la predicación
del mensaje que Cristo trajo de parte de Dios.
Trascurrió entonces el "siglo perdido" en la historia de la
verdadera Iglesia de Dios. Hubo una conspiración bien
organizada para borrar toda constancia de la Iglesia durante
ese período. Cien años más tarde la historia nos muestra un
"cristianismo" completamente distinto de la Iglesia que
Cristo había fundado.
Este "cristianismo" había tomado el
NOMBRE
de Cristo y
lo había aplicado a la religión babilónica. Había remplazado el
MENSAJE
que Jesús trajera de Dios con un "evangelio"
acerca
de la persona de Cristo. Proclamaba al mensajero, mas