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Todo acerca del BAUTISMO
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Espíritu- Santo (Juan 7:39) porque Jesús aún no había
ascendido al cielo para enviárselo (Juan 16:7). Ese EspiritQ.
vino por primera vez a residir
en
los discípulos en el día de
Pentecostés y así los convirtió en los primeros cristianos.
Pedro era su líder cuando se efectuaban los bautismos, y
aun después de éstos negó a Jesús tres veces. Si usted
hubiera sido bautizado por Pedro en el nombre de Cristo,
¿se habría hecho bautizar de nuevo después de saber que
había negado a su Maestro?
Los discípulos que bautizaban por Jesús cuando El esta–
ba con ellos en persona, no eran ministros ordenados - no
eran aceptados por ninguna iglesia organizada. En ese
entonces eran simplemente estudiantes
o
discípulos deJe–
sús que estaban siendo enseñados, y no estaban preparados
todavía para ser enviados como apóstoles y ministros suyos.
Hay indicios que eran hombres jóvenes, quizás sin tener la
edad suficiente como para ser predicadores y evangelistas.
No eran perfectos, ni estaban convertidos todavía (Lucas
22:32).
Considere ahora las enseñanzas de Cristo. Los que pre–
dican y enseñan su Evangelio (las denominaciones organi–
zadas de hoy predican un evangelio diferente) son los que
El mandó y comisionó para que ejecutaran los bautismos
(Mateo 28:19-20).
Advierta el ejemplo de la inspirada Iglesia primitiva.
Felipe no era un apóstol, ni un ministro ordenado, sino
solamente un diácono encargado por la Iglesia para llevar a
cabo tareas simples como el de servir mesas (Hechos 6:2-5).
Sin embargo, él qescendió a la ciudad de Samaria-y predicó
a Cristo y su Reino, y los que creyeron fueron bautizados
(Hechos 8:5-6,12). El texto ni siquiera asegura que era Feli–
pe el que bautizaba - él tal vez indicaba a
alguno~
de los
recién convertidos cómo hacerlo.
Si estudia el Nuevo Testamento en cuanto a este tema,
verá que no parece darle gran importancia al hombre que
sumerge al creyente en el agua, ya que es Cristo quien, en
realidad, lo hace. Más tarde, el Espíritu Santo habló a Feli–
pe y le mandó bautizar al eunuco (Hechos 8:26-39).
No obstante, note que el que se· encargaba de efectuar el
bautismo era un representante (si bien no era necesaria-