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El misterio de los siglos
estaban anunciando el final de un concurso, cuyo ganador
recibiría una bella edición de la Biblia. La pregunta del
concurso era: "¿Cuál es el más universal de los pecados?" La
respuesta ganadora fue: "La ingratitud".
Realmente es un pecado muy frecuente. Otro (y uno de
los más antiguos) es el abuso sexual. Todos hemos oído decir
que la prostitución es la "profesión más antigua del mundo".
Satanás ha hecho de este pecado algo más universal de
lo que muchos creen. Está inconforme con que Dios haya
dotado a los humanos de sexualidad. Por lo tanto, influye en
la humanidad y hace que los pecados sexuales sean de los más
universales y destructivos que hay.
Durante la mayor parte de la llamada "era eclesiástica"
(para la Iglesia Católica) y de la "era victoriana" (para Ingla–
terra y los Estados Unidos), el tema de
la
sexualidad era un
tabú, algo de lo que rara vez se hablaba. Satanás logró que
la sexualidad se considerara algo muy vergonzoso, que ni
siquiera se podía mencionar.
Con el cambio del siglo las cosas variaron, en gran parte
debido a Sigmund Freud, fundador del sicoanálisis. Antes de la
primera guerra mundial era ilegal en los Estados Unidos publi–
car, vender o aun prestar un libro que tratara del tema sexual.
Después de la guerra las barreras legales contra la información
sexual se derrumbaron y descendió sobre el público una avalan–
cha de libros, folletos y artículos sobre la sexualidad. Pero en
todos ellos faltaba una dimensión de vital importancia.
Una dimensión desconocida
Para mediados del siglo 20, la "nueva moral" estaba produ–
ciendo cambios radicales en la actitud del público. Hoy el tema
sexual se trata abiertamente en los medios de comunicación,
especialmente en la televisión, y la promiscuidad sexual ha
ganado la aceptación del público. Hay países donde apenas el
dos por ciento de las novias llegan vírgenes al matrimonio. Para
muchos, el matrimonio es algo anticuado. Existen sitios donde
hay casi tantos divorcios como matrimonios. La vida de familia
se está descomponiendo, aunque una sociedad estable necesita
por base la estabilidad del núcleo familiar.
Muchas parejas no desean tener hijos, y el aborto está
ganando amplia aceptación.