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El misterio de los siglos
Cierto es que el Apóstol escribió esto respecto de Israel
y yo lo he aplicado a toda la humanidad que no ha sido
llamada. Porque en realidad es aplicable a ella.
Dios llamó y preparó a los profetas del Antiguo Testa–
mento. Ha llamado y sigue llamando a
la
Iglesia para que
conquiste a Satanás. En cambio, los que ahora están ciegos
y endurecidos, los que no han sido llamados sino que están
aislados de Dios,
no
han
tenido que vencer a Satanás. ¿Por
qué?
¿PARA
QUÉ
existe la Iglesia?
Para que nos hagamos aptos para gobernar con Cristo y
bajo Él en el reino de Dios, para que preparemos el camino
para el LLAMAMIENTO y la SALVACIÓN del resto de la humani–
dad.
Aquí deseo citar dos pasajes con las palabras directas de
Jesús que se aplican exclusivamente a la Iglesia. A la Iglesia
de este siglo 20, dice: "Al que venciere, le
daré
que se siente
conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono" (Apocalipsis 3:21).
Y nuevamente dice Jesús a su Iglesia: "Al que venciere
y guardare mis obras hasta el
fin,
yo le daré autoridad sobre
las naciones, y las regirá con vara de hierro ..." (Apocalipsis
2:26-27).
En este pasaje Jesús mostró claramente por qué algunos
son llamados a salir del mundo y a formar parte de su Iglesia
en esta época. No porque pretenda salvar a la humanidad
ahora ni tan sólo para que seamos salvos y lleguemos a su
reino, sino como dijo también en Apocalipsis 5:10, para que
seamos reyes y sacerdotes y gobernemos bajo Cristo cuando
Él comience a traer salvación al mundo.
La conversi6n total
Reitero con énfasis que los llamados a la Iglesia ahora no
son llamados únicamente para recibir la salvación. No obs–
tante, a
fin
de que los miembros de la Iglesia lleguen a ser re–
yes y sacerdotes, como Dioses divinos que ayudarán a Cristo
a salvar al mundo, tienen que ser realmente convertidos.
Esta verdad debe quedar sumamente clara. Temo que
muchos, aun en
la
Iglesia, no comprenden cabalmente lo que
es la verdadera conversión.