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El misterio de los siglos
Samuel G. Green, destacado estudioso inglés, escribió en
A Manual of Church History
(Manual de historia eclesiás–
tica): "Los 30 años que siguieron al cierre del canon del
Nuevo Testamento y la destrucción de Jerusalén son cierta–
mente los más oscuros en la historia de la Iglesia. Cuando
salimos al segundo siglo, nos encontramos, en gran medida,
en un mundo cambiado".
En sus
Lectures on Ecclesiastical History
(Conferencias
sobre historia eclesiástica), William Fitzgerald escribió: "Du–
rante este período de transición, que sigue inmediatamente
después de la era llamada propiamente apostólica, hay una
gran oscuridad ..."
En el libro titulado
The Course of Christian History
(El
curso de la historia cristiana), William J. McGlothlin escribió:
"El cristianismo mismo había cumplido un proceso de trans–
formación a medida que progresaba, y al cierre del período
era muy diferente, en muchos aspectos, del cristianismo apos–
tólico".
En
History of the Christian Church
(Historia de la
Iglesia Cristiana) Philip Schaff escribió: "Los 30 años restan–
tes del primer siglo están envueltos en una misteriosa oscuri–
dad, iluminada únicamente por los escritos de Juan. Es un
período en la historia sagrada acerca del que menos sabemos
y del que más quisiéramos saber".
Pero si miramos cuidadosamente entre las tinieblas, em–
pezamos a vislumbrar lo que sucedía.
El mundo en que Cristo fundó su Iglesia fue el mundo
del Imperio Romano, el más grande y poderoso que jamás
hubiera existido. Se extendía desde Inglaterra hasta los
últimos confines de lo que hoy es Turquía, abarcando
pueblos de diversas culturas y orígenes bajo un mismo
sistema de gobierno. La mano de Roma era firme, pero los
súbditos tenían cierta libertad dentro del marco de la ley
romana. Mientras los ciudadanos y pueblos conquistados
rindieran tributo al emperador romano, se les permitía
practicar sus creencias religiosas y adorar a los dioses de
sus antepasados.
Después de Pentecostés, los apóstoles empezaron a cum–
plir
las
instrucciones de Cristo de salir al mundo predicando
el evangelio del reino de Dios. Cuando el cristianismo se